Viraliza video que muestra fiesta y baile en el corazón de Veracruz: una lección de cultura popular

Por Miguel Angel Cristiani G.

Veracruz, Veracruz. 1 de noviembre de 2025. — Un video que circula desde el pasado fin de semana en redes sociales ha capturado la esencia vibrante y auténtica de la vida veracruzana, convirtiéndose rápidamente en un fenómeno viral. En las imágenes, grabadas en el primer cuadro de la ciudad, se observa a una señora de más de 80 años disfrutando y bailando salsa con una energía y destreza inusuales para su edad, ante la atónita mirada de turistas y locales. Este ambiente festivo, que se extiende desde los tradicionales portales hasta la esquina del Hotel Diligencias, está acompañado por distintos grupos musicales que animan a los asistentes a bailar salsa, cumbia y chunchaca, géneros representativos de la cultura jarocha.

El video ha sido aclamado por internautas, quienes celebran la calidez, la vitalidad y la alegría de los veracruzanos. Este fenómeno digital destaca una de las grandes virtudes de la ciudad: su vida social y su legado cultural, mucho más allá de las campañas publicitarias promovidas por las autoridades locales. A diferencia de los esfuerzos de promoción impulsados por la Secretaría de Turismo estatal, el video no requiere un costoso presupuesto ni estrategias mediáticas complejas; simplemente muestra, de manera genuina, lo que es el puerto de Veracruz: un lugar de encuentro, tradición y fiesta, donde los turistas se integran sin esfuerzo a la celebración local.

El hecho ha generado debate sobre la eficacia de las inversiones gubernamentales en materia de promoción turística. La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, ha señalado en ocasiones anteriores que se han destinado importantes sumas de dinero a campañas turísticas sin los resultados esperados. En este contexto, el video ofrece una crítica implícita a las estrategias oficiales, al sugerir que el verdadero atractivo del puerto no está en los recursos publicitarios, sino en su gente y su cultura.

El clip, que dura apenas unos segundos, comienza con el sonido de una orquesta que toca los primeros acordes de salsa. De inmediato, la cámara enfoca a una señora de cabellera blanca, ataviada con una blusa colorida, que comienza a mover los pies al ritmo de la música. Su destreza al bailar es sorprendente, y es claro que domina los pasos como si fuera una joven de 15 años. A su alrededor, turistas y habitantes de Veracruz, incluidos jóvenes y adultos, se suman al baile en una muestra de camaradería y alegría.

Entre los espectadores se encuentran personas provenientes de distintas partes del estado, de la Ciudad de México y de otros lugares del país, quienes no pueden evitar sumarse al contagioso entusiasmo. La escena es elocuente: Veracruz es, en muchos aspectos, un crisol de cultura y tradiciones que permanecen vivas a pesar de los desafíos.

La intervención de la señora, que con sus años no se intimida al compartir la pista de baile con los más jóvenes, simboliza la vitalidad de un puerto que nunca deja de ser festivo, nunca pierde su carácter alegre y que, por encima de todo, ha logrado conservar su identidad cultural a través de generaciones. En el video, los colores, las sonrisas y la música no solo hacen eco de la herencia jarocha, sino también de la calidez humana que caracteriza a Veracruz.

El fenómeno del video no solo radica en la fascinación por la señora que baila salsa con tanto ritmo. Va más allá de la figura entrañable de una mujer mayor desbordando energía. Este tipo de grabaciones, donde se muestra una expresión genuina de la cultura local, resuena en un contexto social y cultural que busca autenticidad, y Veracruz tiene eso: autenticidad.

En tiempos en los que las campañas turísticas tienden a enfocarse en los paisajes y las leyendas, sin una conexión emocional con el espectador, este video ha logrado captar lo que muchos turistas buscan al viajar: no solo una visita a un destino, sino una experiencia real, la oportunidad de convivir con la gente local y participar en sus tradiciones.

Por otro lado, la forma en que este video refleja la naturaleza inclusiva de Veracruz es también un mensaje clave. La integración de turistas, jóvenes y adultos mayores en una fiesta compartida es una lección de convivencia y respeto hacia la diversidad. Este tipo de representación visual de los valores de la ciudad está alineada con las políticas de igualdad y no discriminación que promueve la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, al mostrar a una mujer mayor participando activamente y siendo protagonista en un espacio de esparcimiento.

El video, en su simplicidad, ha logrado lo que muchas campañas oficiales no han podido: emocionar, conectar y mostrar la verdadera esencia de Veracruz. Mientras que las autoridades locales y estatales continúan invirtiendo grandes sumas en estrategias publicitarias, este fenómeno viral demuestra que, al final, lo que atrae a los turistas es la gente y su capacidad de celebrar la vida con todo su ser.

No es necesario gastar miles de pesos en costosos anuncios; basta con mostrar la vida cotidiana de la ciudad, con sus tradiciones, su música y, sobre todo, su gente. Este video es, de hecho, la mejor promoción que Veracruz podría tener, porque habla de la cultura local sin adornos ni artificios. Solo con el alma del puerto.

Por lo tanto, el desafío está planteado: si el gobierno de Veracruz desea seguir promoviendo el turismo, podría comenzar por invertir en este tipo de contenidos genuinos, que reflejan el carácter único de su gente. No más anuncios vacíos, sino más videos que capturen la autenticidad de lo que significa ser veracruzano.