Marcelo Ramírez, político y filosofo: diserta sobre el Humanismo

El Centro Regional de Educación Superior “Paulo Freire” publicó un interesante ensayo titulado “El Humanismo en el horizonte de la trascendencia”, de la coautoría de Marcelo Ramírez Ramirez y Ernesto Barra Viznado. Por sí, el tema inspira motivos para la reflexión, pero expuesto a la opinión del lector en tiempos de la vorágine tecnológica de nuestra época concede motivos para a través del debate dilucidar si el Humanismo de este siglo conserva la esencia antropocéntrica de su nacimiento ¿Puede coexistir el humanismo que en labores de gambusino busca la trascendencia del ser humano frente al avance inexorable de la tecnología? El nihilismo, el existencialismo, el enfoque marxista desde la dialéctica materialista han impactado con sus diferentes facetas el decurso del humanismo, pero este prosigue su curso enhiesto y vigente comprobando la esencia humana que nos identifica.

«Nada de lo humano me es ajeno», escribió en 165 a.C. Publio Terencio Africano, es una frase solemne, de significado inmarcesible, y así lo actualiza con nítida claridad el maestro Marcelo Ramírez en uno de los párrafos de su referido libro: “el devenir del humanismo hacia una formulación que solo conserve de él la responsabilidad de proteger al hombre, pero concibiendo a éste en forma radicalmente diferente a lo que hasta hace algunos años se entendía por el término, revela el desplazamiento de la concepción esencialista de lo que somos, hacia el reconocimiento de nuestra radical historicidad. En otras palabras… por la convicción de que el hombre es en cada época y lugar el producto de las circunstancias…”. Es en esa eterna dialéctica entre las circunstancias y su tiempo donde radica la posible concepción de un Humanismo diferente a los tiempos de su nacimiento, pero siempre conservando su esencia al considerar la humanidad como denominador común de la especie humana, pese a las diferencias que indudablemente existen en el sentir y el pensar. Marcelo Ramírez, político y filosofo, es autor de numerosos libros, en ambas facetas ha destacado por su congruencia entre el decir y el hacer, con lo que sin duda hace honor a su convicción acerca de que el hombre “es el ser que no es, sino que se hace”.