Salvador Muñoz
Los Políticos
Mientras en Tatahuicapan se combatía un brote de infecciones diarreicas por E. coli que afectó a más de 200 personas, la Secretaría de Salud no solo puso en marcha brigadas médicas, sino que también desplegó acciones para analizar el agua de los manantiales y atender de raíz el problema.
Y aunque pareciera suficiente trabajo, a esa agenda se suma el combate al dengue, ahora con drones como aliados para nebulizar en zonas de difícil acceso. Innovación tecnológica contra moscos, nada mal.
Pero no todo termina ahí para la secretaría de Salud… Ahora, Tamaulipas obliga a mirar al norte del estado, pues se registraron casos de viruela símica con el vecino y, con ello, la advertencia de reforzar el cerco sanitario para que no cruce hacia Veracruz.
O sea, la secretaría de Salud anda en lo suyo: previniendo, atendiendo, conteniendo. Trabajo de campo… bueno, para estar ad hoc: de territorio total.
Ahora bien, si en un lado se suda la camiseta, en otros pareciera que el esfuerzo máximo es el filtro bonito de Instagram o la foto casual para Facebook.
Para prueba de esto, la visita sorpresa de Rocío Nahle a Zongolica donde se encontró… o más bien dicho: donde no encontró medicamentos, y sí vacíos los anaqueles.
No me crean, pero dicen que esta “visita” no será la única sorpresa que dé la gobernadora quien estaría alistando más recorridos a hospitales y centros de salud; y si me apuran, aprovechando su constante ir y venir por Veracruz, le va a caer de repente a la SIOP antes de caer en un “méndigo” bache; así comoen demás dependencias que se encuentre en el camino.
Es decir, a chambear señores! No les vaya a caer el chahuixtle!
Claro, mientras unos trabajan en el territorio, otros se dedican al protagonismo digital, y los más abusados, a convertir sus oficinas en centros de poder (o de joder, según se vea). Aprovechan que el titular de Salud anda de la Ceca a la Meca, ya es Pánuco, en Tatahuicapan, pasando por Xalapa y con la mira puesta en la frontera con Tamaulipas. Mientras, desde el mullido sillón, es fácil mover piezas y hacer despidos a discreción. Al fin que, si no hay foto ni posteo, no hay problema, ¿verdad?
Al final, la diferencia queda clara: la Secretaría de Salud enfrenta bacterias, moscos y virus… y en otras oficinas, el virus es el ego y del poder.