Las peligrosas carreteras veracruzanas. Camelot.
ESOS ATASCOS Y ROBOS EN AUTOPISTAS DE CAPUFE
Hace nada, hubo un derrumbe en la zona de las altas montañas en el camino que va de Orizaba a Puebla. Ese día que ocurrió los automovilistas y camiones de pasajeros se quedaron varados por casi cerca de 9 horas. Era un martirio, la gente no tiene cómo ir al baño ni tomar agua, aunque enseguida llegan los vendedores ambulantes que, cuando aparecen, uno sabe que eso va para largo. La causa del deslave es la deforestación, dijo Ricardo Rodríguez Demeneghi al Mundo de Orizaba, coordinador del programa Salvemos al Pico de Orizaba. Han talado como nunca y nadie los ha obligado a que, cuando cortan un árbol, siembre cinco, mínimo. El gobernador no puede porque está ocupado disfrazándose de Catrino. Le ha pegado a la zona y ha rebotado en el tramo de Orizaba-Córdoba-Veracruz, hace dos días en Paso del Toro las colas generaron retraso de más de 4 horas. Imposible circular por allí, si corres con suerte, pasas, sino a quedarse a aguantar la inutilidad de esos operarios de Capufe que, como el chinito, se quedan nomás milando. Usar vías alternas es una solución a medias, porque si te vas por la vieja carretera federal de Cuautlapan y La Tinaja, está destrozada por la inutilidad de este gobierno de Veracruz, que siempre devolvió el dinero no ejercido cuando aquí había carencias, pues rezas y a ver si llegas. Algún día habrá una solución a estas cosas, cuando no son por reparaciones, como el Puente de Metlác que se llevó un año, es por algún accidente o incidente que hace la vía imposible para transitar por esos caminos, le pega a la economía de las tres ciudades: Orizaba-Córdoba-Fortín y también a Veracruz, que la gente opta por no llegar y se regresa ante la tardanza. Y ahora lo más pior, diría un cuenqueño. Por los atascos, la maluria se ha dedicado a asaltar, como ocurrió anoche que se llevaron a un cura, el padre Francisco Aguilar, de los Legionarios de Cristo, que custodiaba a unos jóvenes que habían venido a un retiro a Chilapa. Se los llevaron, les robaron sus pertenencias y la camioneta Tacoma, y huyeron los cobardes dejándolos abandonados a su suerte en la carretera. ¿Y la Guardia Nacional?, bien gracias, ¿Y el gobierno de Veracruz?, bien gracias, arreglando las calaveras.