* IVÁN LUNA, SÍ; DORHENY, EN DUDA

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

 

* IVÁN LUNA, SÍ; DORHENY, EN DUDA

 

 

Hace 12 años, cuando nadie se imaginaba que el ingeniero Cuitláhuac García podía ser el primer gobernador de la izquierda en Veracruz, sólo unos cuantos amigos y conocidos se le sumaron para impulsar el incipiente Movimiento de Regeneración Nacional, creado inicialmente por Andrés Manuel López Obrador como asociación civil en octubre de 2011.

 

La semana antepasada, en su conferencia de prensa en Palacio de Gobierno, García Jiménez recordó precisamente que uno de los que creyó en él y en el nuevo movimiento lopezobradorista fue Iván Luna, en ese entonces aún estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Veracruzana (UV).

 

“En sus horas y días libres ayudaba en el movimiento, estamos hablando del 2011 o 2012; luego se titula y empieza a trabajar en una universidad privada”, reseñó el mandatario de su actual coordinador general de Comunicación Social.

 

Después, dijo, volvió a contactar a Luna Landa cuando en 2015 decide lanzarse por la diputación federal de Xalapa y sólo contaba con 20 mil pesos, lo que obviamente era insuficiente para pagar sueldos, “y, aun así, Iván aportó desde su área”, le reconoció agradecido.

 

“Como donación él empezó a hacer diseños, sondeos y en su tiempo libre me iba a ayudar”, refirió. Una vez ganada la diputación federal, el gobernador relató que lo invitó a trabajar con él a México y que “desde ese tiempo se fortaleció la relación laboral, pues se la ha jugado aun en situaciones difíciles”.

 

“Él fue el diseñador de la campaña del 2016, con Carlos Juárez (actual encargado de la Secretaría de Gobierno) y Esteban Ramírez (dirigente estatal de Morena). Si a alguien le debo el éxito de haber dirigido la cuestión de publicidad es a él”, recordando que dejó de ser un desconocido en Veracruz, pues en ese año sólo tenía una aceptación de 2.56% y para mayo había rebasado por un punto porcentual a Héctor Yunes Landa, del PRI, y al panista Miguel Ángel Yunes Linares, sus contendientes más posicionados.

 

Cuitláhuac dijo que, ante el éxito, confió nuevamente en Luna Landa para dirigir su campaña a gobernador en 2018, que por primera vez ganó la izquierda en Veracruz.

 

Con Iván todo parece indicar, hasta ahora, que García Jiménez sí podrá cumplir su compromiso de hacerlo candidato a diputado local.

 

Ayer, inclusive, el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, consideró como legítimas las aspiraciones de Luna Landa de contender por la diputación en el distrito electoral federal número 10, de Xalapa.

“A nosotros como miembros fundadores nos da mucho gusto que compañeros que han sido participes de nuestro movimiento se registren, a final de cuentas las puertas están abiertas a ciudadanos de buena voluntad”, declaró el líder morenista, quien casualmente recordó que junto con Iván Joseph empezaron en los inicios del movimiento antes de ser partido político, cuando eran asociación civil, la cual se llamaba “Izquierda Xalapa”, así como también fueron parte del movimiento de jóvenes estudiantes, por lo cual han ido creciendo en la vida política.

“Afortunadamente el Gobernador le dio una responsabilidad muy grande y que él ha sabido cumplir, tiene el derecho constitucional de tener esa aspiración legítima, sin abandonar sus responsabilidades… Y además la propia convocatoria les permite a compañeros que tienen una responsabilidad pública o popular registrarse para poder contender a una postulación popular”, indicó Ramírez Zepeta.

Sin embargo, en el caso de la joven exdiputada federal y exsecretaria de Trabajo, Dorheny Cayetano –quien en su propaganda se ha quitado inexplicablemente el apellido paterno García–, al parecer a Cuitláhuac se le estaría complicando cumplirle con la candidatura de Morena al Senado de la República.

 

Uno de los presuntos indicios sería la campaña negra que desde algunos drenajes del poder se ha desatado y arrreciado últimamente en contra de la exdiputada local Mónica Robles Barajas, cuya familia es muy estimada y siempre bien recibida en Palacio Nacional por el presidente López Obrador.

 

Y es que si las virtuales candidatas a la Presidencia, Claudia Sheinbaum, y a la Gubernatura, Rocío Nahle, respetan acuerdos, doña Mónica debería ocupar la segunda fórmula al Senado que Morena le cedió en Veracruz al PVEM, partido por el que Robles Barajas ya ocupó una curul en el Congreso local en alianza con el morenismo.

 

A menos que Nahle y Manuel Huerta, el exdelegado de la Secretaría de Bienestar que va en la primera fórmula por haber ganado la encuesta de Morena y cederle por paridad de género a la exsecretaria de Energía la candidatura al gobierno de la entidad, logren imponer a la diputada federal con licencia Claudia Tello Espinosa, una socióloga cercana a Huerta Ladrón de Guevara, también egresado de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana (UV).

 

¿Habrá mano negra en las encuestas que maneja la diputada federal Ivonne Cisneros Luján, compañera de Tello Espinosa en la Cámara baja del Congreso de la Unión e incondicional de Manuel Huerta, quien en 2017 la impuso como candidata a la sindicatura del Ayuntamiento de Xalapa junto con el nefasto exalcalde Hipólito Rodríguez, a quien previamente habían postulado por el PT a la diputación?