Chistes actuales

Sin tacto

Chistes actuales

Por Sergio González Levet

 

En memoria de Polo Polo, quien vivió toda su vida

de contar cuentos, como otros que no son cómicos

 

1.

—¿Sabes que doña Rocío Nahle, la Secretaria de Energía, acaba de integrar un grupo de especialistas que está trabajando arduamente con miras al compromiso asumido por AMLO de que el 1º de julio de este año saldrá el primer barril de gasolina refinado de Dos Bocas?

—No me digas. Serán seguramente ingenieros petroleros, físicos, expertos en refinación, contratistas con experiencia en plantas refinadoras…

—No.

—Ah, entonces ¿podrán ser nutriólogos, médicos bariatras, fisioterapeutas, psicoterapistas que la pondrán a dieta para que el día de esa fiesta nacional en que saldrá el primer barril de Dos Bocas esté en forma y pase del “outfat” al “outfit”?

—Tampoco. Lo que están haciendo esos expertos es usar el coco durante la mayor parte de las horas del día y todos los de la semana en busca de un pretexto con que la ingeniera pueda contentar al Patriarca, cuando éste se sulfure en contra de ella, porque su costosa plantita no pudo refinar nada para la fecha prometida.

2.

—¿Sabías que hay una propuesta para cambiar el nombre de Veracruz?

—No me digas. ¿Y eso por qué?

—Pues dicen lo que impulsan esa proposición que como hay una palabra que usan tanto y con tanto gusto los jarochos, sería conveniente agregar una letra “g” entre la “r” y la “a” del nombre.

3.

Creo que éste era el único chiste de Polo Polo en el que no decía una palaba altisonante:

Varios astronautas se reúnen en la NASA.

Un ruso dice:

—Nosotros enviaremos un cohete a Mercurio, para estudiar la atmósfera de ese planeta.

El de Estados Unidos afirma:

—Nosotros colocaremos un radar a la Luna para estudiar el interior de este satélite.

Y el gallego dice:

—Pues nosotros mandaremos un cohete al Sol…

En ese momento todos exclaman:

—¡Pero el cohete, al acercarse al Sol, se derretirá!

Y el gallego responde:

—Bueno, no vamos a ser tan brutos como para ir de día…

4.

Uno de los chistes que más le gustaba contar al finado comediante era el del BMW (elegí este para reproducirlo porque es uno de los menos pelados que tenía, porque Polo Polo se significó por ser el comediante más grosero del ambiente; no obstante, en la vida cotidiana era el hombre más correcto para hablar y nunca decía malas palabras):

Una mujer de alta sociedad entra a la agencia de carros BMW. Ve un automóvil que le parece perfecto y se acerca a inspeccionarlo.

Al agacharse para tocar el interior, se le escapa un pedo bien sonado.

Muy afligida, voltea nerviosa para ver si alguien notó su pequeño accidente y se encuentra con un vendedor parado allí, al lado suyo.

—Buenos días, señorita. ¿En qué le puedo ayudar?

Muy incómoda y disimulando el rubor le pregunta:

—¿Qué precio tiene este precioso automóvil?

El vendedor le responde:

—Mi querida señorita, si se le salió un pedo al tocarlo, se va a cagar cuando le diga el precio.

 

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