LOS MARRAZOS A LAS CARITAS 

“Tenemos piel gruesa para las críticas”, dice el portero Memo Ochoa, más bien lo que debía tener es manos firmes, no de mantequilla, y aprender a salir por las bolas en su área, que no va por ninguna. Camelot. 

 

LOS MARRAZOS A LAS CARITAS 

 

Entre los vibrares de los días londinenses, en esta zona donde vivo. Entre saber que en Tierra Blanca, según leo en Crónica, su diario, las autoridades municipales están remodelando las caritas sonrientes, mismas que construyó el maestro y artista escultor Pepe Grandvallet Verde, ubicadas a la entrada de la ciudad, en una glorieta donde cerca también está Jesús García Corona, un héroe importado, el Héroe de Nacozari, ferrocarrilero maquinista que, cuenta la historia, un día llevaba una carga de dinamita que iba a explotar y salvó al pueblo llevándola a otro lado. Vienen los tiempos futbolísticos del Mundial y el mundo se va a paralizar para ver cómo rueda un balón por canchas de Qatar, donde la mañana más fresca es de 32 grados, como si estuviéramos en Veracruz, en el Puerto o en Boca del Río. El mundo unido por un balón, donde reina el pelón Giani Infantino, el suizo que fue a poner un poco de orden en esa FIFA que parecía queso gruyer, por los ratones que allí pululaban, entre ellos el tal Joseph Blatter y Michel Platini y otros más, quienes al darle a Qatar la sede, cada uno recibió de propina, según el FBI, un millón de dólares por votar a favor de los árabes ensabanados. Bien decía Eduardo Galeano: “En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol”. Los comentaristas, todos, ya están luchando por la audiencia, cada uno de ellos, TV Azteca, Televisa, ESPN, FOX y demás, tienen a sus comentaristas estelares, desde el más veterano de ellos, José Ramón Fernández hasta los jóvenes nuevos en estas lides. Será de gusto saber qué grupo se come la transmisión, porque la señal solo la generan las dos televisoras: TV Azteca y Televisa, pero luego los comentaristas lucen todos, con las extraordinarias mujeres reporteras. Un mes donde el futbol dominará al mundo, bien lo dijo alguna vez Albert Camus, Premio Nobel de Literatura: “Lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”. 

 

LA CHELERA ORIZABA 

 

Orizaba es una fiesta, ayer mismo acudí a la inauguración de la llamada Bierfest 2022, en una ciudad que es chelera por excelencia y tiene 125 años fabricando cerveza, porque aquí se asentó la Cervecería Moctezuma, en 1896, presente lo tengo yo, según Wikipedia, donde apareció un Guillermo Haase, que seguro era mi pariente y ni él ni yo lo sabíamos, luego pasó a poder de la familia de don Emilio Subervie y al final con la familia Bailleres, eso me lo platicó no hace mucho el historiador, Armando López Macip, en una comida del Juebebes. Las cerveceras, que eran de indios, Cuauhtémoc y Moctezuma, dieron en un tiempo empleo a más de 5 mil obreros, tenía a los maestros cerveceros como grandes catadores, fue un emporio que aquí sigue sosteniéndose ahora con los holandeses de Heineken, que llegaron a comprar, como una vez compraron sus antepasados la isla de Manhattan a los indígenas Carnasie, según la leyenda en 25 dólares de aquellos pesos, aquí fue diferente, tuvieron que soltar buenos millones de dólares, por eso Orizaba hace algunos años creó la Feria de la Cerveza, evento de unos días cada año, ahora mismo en lo que será Casavegas. Pues ayer el alcalde JM10 y su Cabildo y funcionarios del Ayuntamiento, la inauguraron, fiesta de unos días donde hay 43 expositores y vienen muchos con cervezas artesanales, junto hay un lugar de comidas para disfrutar de las salchichas alemanas, los quesos de Planchú, y las carnes ricas. Aquí nació la cerveza Sol, que un tiempo decían era cerveza de albañiles, porque la tomaba ese gremio, pero pasó a ser cerveza de la élite, pues en los mejores restaurantes de Paris y de Europa y Estados Unidos, la cerveza Sol mandaba gorro. Bien lo decía Benjamín Franklin, un Padre Fundador de la Patria estadounidense, que era bien chupamaro: “La cerveza es la prueba de que Dios quiere que seamos felices”. Y ya con esta me despido, porque es la hora de la botana y voy por una chela bien fría, a ese recinto bello del Medioevo, creado para grandes eventos que ya no tardan y llegan, en este Pueblo Mágico llamado Orizaba. 

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