ESE NACIMIENTO DEL ORFIS 

*Fiscaliza, que algo queda. Camelot 

 

ESE NACIMIENTO DEL ORFIS 

 

El Orfis (Órgano de Fiscalización Superior), nació en la época el gobernador Miguel Alemán Velasco. Llegaba a Veracruz a suplir a la llamada Contaduría Mayor del Estado, donde allí checaban todos los manejos de fondos públicos estatales. No era tan buena idea, pero caminó. Porque al paso del tiempo, se notó que el Orfis solo sirvió como una herramienta para que funcionarios y despachos apretaran a los alcaldes y diputados y les hicieran manita de puerco y, mediante un cochupo, o la bebían o la derramaban, eso era, traducido al jarocho, o que le entraban con su cuerno o les caía el chahuiste. Por lo regular le entraban con su cuerno. Nacieron despachos y despachos porque el mismo gobierno no se daba abasto para controlar los 210 municipios de aquel tiempo. Cierta vez le dije al gobernador en turno, priísta de aquellos años, que eso lo debía desaparecer y que el edificio que estaba y está entrando a la ciudad de Xalapa lo convirtiera en un hospital, para que ayudaran a curar enfermos y no a sangrar a los alcaldes o funcionarios públicos. Volteó y me vio como diciendo: ‘enloqueciste’. Y siempre, en mis columnas de aquellos años escribí que el Orfis no servía para nada, y se quedaba como lema y apuntaba que no servía para nada porque, a quienes agarraban con las manos en la masa, se ponían a mano y santo remedio. Eso porque hace unos días sacaron la lista de Schindler, donde muchos de ellos tienen cuentas pendientes. Claro, como lo expuso una ex alcaldesa, esas cuentas son solo para que los implicados vayan a solventar lo que dicen que allí está pendiente, pero esta ex alcaldesa se quejó y dice que no le aceptan ni reciben las pruebas. Es una guadaña estaliniana, me dijo un político, un arma que usan para intimidar a los alcaldes y funcionarios para que se sometan a los designios de quiénes mandan y operan en Veracruz. Vaya usted a saber. Otra vez de hace mucho tiempo, un amigo que allí laboraba me invitó a visitar al jerarca del Orfis, fui y me tomé un café y rebatimos el por qué me gustaba para hospital, él defendía su tesis, yo la mía. Llamó a cuatro funcionarios y me dieron una lección de contabilidad y supervisión. Terminé más atarantado que el gobierno cuando leyó a la Guacayama hacker. Los números a mí no se me dan, el maestro de Matemáticas en secundaria me traía como al rey tojo: Tojodido. Salimos a mano en la discusión, con solo un café en la panza. Pero creo que me sigue gustando para hospital, porque tiene una superficie de 5 mil metros cuadrados, y dejar que sea la antigua Contaduría Mayor del Estado, la que haga ese trabajo de fiscalización. 

 

LOS TAPETES HUAMANTECOS 

 

La semana que terminó y aún siguen, Orizaba vivió un momento mágico, por las festividades de San Miguel Arcángel, Patrono de la ciudad, se instalaron en una noche los afamados tapetes de Huamantla. Toda una belleza de manos artesanales, en la calle Madero y en Colón. Fueron miles y miles los que la visitaron y en la ciudad, que se llama de las aguas alegres, Pluviosilla, pues no llovió, el Dios de la Lluvia, Tláloc, no vino esos dos días, permitiendo que la gente local y los turistas la admiraran. Pero alguien me preguntó cómo se hacían y me fui a Wikipedia: “Este trabajo, antes que arte es fe”, comenta con voz determinante el maestro Serafín, ya que es un oficio que une a las familias “este arte efímero existe por la fe de la gente y la devoción a la Virgen, y esa fe se ve traducida en alfombras y tapetes de aserrín de colores y flores.”. 

Los diseños de los tapetes y alfombras son diferentes cada año, para trabajarlos se utilizan, por lo menos, tres moldes hechos de cartón negro, madera, triplay o lona. 

“Para hacer una alfombra a uno le dan una estampa de la imagen que se va a realizar. Primero se hace un boceto y luego el patrón, ya con la habilidad que uno tenga en el dibujo de ahí partirá todo para el terminado y detalles de la imagen”. 

Se visten de gala con coloridos tapetes y alfombras confeccionadas principalmente con aserrín de colores, tierra de diferentes texturas, arena, polvo de piedras finas, como el mármol, y enmarcadas con semillas o flores con aserrín y semillas”. 

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