ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN
Aferrados al poder
La desesperación invadió a los Yunes, al alcalde Fernando Yunes Márquez, y a quien ahora es alcaldesa electa, Patricia Lobeira (esposa de su hermano Miguel Ángel)..
Esto ante la impugnación que se dirime ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y cuya Sala Superior deberá determinar en muy breve tiempo si confirma o invalida la elección por irregularidades cometidas por el PAN y funcionarios municipales en el proceso electoral, denunciados por Morena. Esas ansias por retener el poder ha llevado a ambos, sobre todo a la esposa del excandidato panista a Gobernador, a una inusitada exposición mediática, desde tomarse y difundir fotos de una reunión con su cuñado Fernando bajo el argumento de acelerar el proceso de entrega-recepción de la administración municipal, o recibiendo un galardón de ‘Honoris Causa’ otorgado por un Claustro Doctoral de la Ciudad de México, su asistencia al “Women’s Forum” de lideresas mundiales en Francia, hasta ofrecer en días pasados una conferencia de prensa entre ella y el presidente municipal saliente para anunciar la celebración de las fiestas del Carnaval de Veracruz en junio próximo y ratificar, aún sin tener facultades para hacerlo, a Luis Antonio “El Pollo” Pérez Fraga, en la presidencia del Comité Organizador. Esa hiperactividad trata de mandar el mensaje a sus simpatizantes de que todo marcha bien, cuando la realidad es que el triunfo de la señora Lobeira se encuentra “en la tablita”, coloquialmente hablando, si, como pudiera ocurrir, los magistrados electorales encuentran sustento de violaciones a la ley que favorecieron la victoria de doña Patricia. En contrapeso a esos actos, hasta el propio Gobernador le entró “al quite”, al recorrer este miércoles el Zócalo de Veracruz para visitar el módulo donde se recolectan firmas para el Proceso de Revocación de Mandato del Presidente de la República en 2022, localizado justo a unos pasos del Palacio Municipal donde gobierna su adversario, Fernando Yunes. Eso significa que los morenos están cerca y podrían arrebatarle al PAN y a los Yunes esa importantísima Alcaldía con un dictamen favorable a Morena, en cuyo escenario ya no participaría la señora Lobeira, sino algún otro candidato impuesto por esa familia que ya controla el Ayuntamiento de Boca del Río, y la principal conurbación del estado, donde se concentra el mayor volumen de votos de la entidad, que equivale a tener medio pie adentro en la elección de Gobernador de 2024. Ese jaloneo va a seguir en los próximos días, hasta que se determine si se ratifica el dominio de los Yunes o se nombra a un Consejo Municipal para que organice una elección extraordinaria para que los ciudadanos decidan quién los gobernará hasta 2025, y donde el empresario de la construcción Ricardo Exsome Zapata tendría todas las posibilidades de arribar a ese cargo.
En este caso, de nada les va a servir a Yunes y Lobeira mantener ese promoción en redes sociales y muchos otros medios de comunicación, aunque para ellos es importante mantener bajo cierto control a sus simpatizantes para evitar que puedan cambiarse de camiseta y colocarse la de Morena, ante la posibilidad del fin de la dinastía Yunes. De barrerlos en Veracruz, sólo les quedaría Boca del Río, pues en Medellín los panistas también fueron echados con los votos de los ciudadanos que castigaron el mal trabajo del alcalde Hipólito Deschamps Espino Barros, y eligieron a Marcos Isleño Andrade, postulado por el PVEM en alianza con el PT y Morena.
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opedro2006@gmail.com
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