«Caballo que alcanza, gana»

«Caballo que alcanza, gana»
 
Alfredo Bielma Villanueva
 
Claudia Sheinbaum ha tenido que redoblar sus esfuerzos como estrategia para mantenerse a la cabeza de la carrera por la candidatura de Morena a la presidencia de México, un evento muy adelantado a instancias del propio presidente López Obrador. Lo aparentemente prematuro de ese adelantado “destape” solo podrían explicarlo desde la cúpula del poder político nacional, porque además de lo inusitado encierra muchas incógnitas e interrogantes, entre estas la de si la Jefa de Gobierno de la CDMX es efectivamente la candidata final y única para la presidencia o solo es una pieza de deshecho. Esta hipótesis es inducida principalmente por el largo tramo a recorrer entre el ahora y el momento de la candidatura oficial, pues obliga a Claudia Sheinbaum a distraerse de sus labores de gobierno para mantenerse a la cabeza de esa carrera y rodearse de una aureola ad hoc para merecer la sucesión. Es verdad que Sheinbaum cubre el perfil requerido por López Obrador para continuar con el Movimiento, pero no es la única de entre el grupo de “los puros”, al cual no pertenecen por cierto ni Ebrard, ni Monreal. Solo que, por sí, estos últimos mantienen capital político ganado en trayectorias personales y conservan grupos políticos en su entorno, pueden caminar solos, condición que ante López Obrador suma desconfianzas y les resta oportunidades. Pero, ¿por qué el presidente adelantó el proceso sucesorio y expone a su “favorita” a un nocivo desgaste? Lo cierto es que ya a cielo abierto la señora Sheinbaum queda expuesta a la metralla de adversarios y del fuego “amigo”, pero, obviamente, si se desgasta habrá un repuesto a buen resguardo En política cada presidente, se dice, trae su propio librito bajo el brazo, y cada cual tiene su forma de leerlo, además, también imprime su estilo personal, es el sello de la casa. Extrapolando esto último a la aldea veracruzana, podemos hacer conjeturas varias respecto al porqué de las multicomentadas visitas del diputado Sergio Gutiérrez a la entidad, si viene por iniciativa propia, lo cual es muy improbable, o se mueve por consigna. De cualquier modo, es posible inferir que cuenta con la debida autorización, la incógnita radica en el por qué o para qué. Cuestión de estilo.