«No quiero excusas de ningún tipo»: AMLO

«No quiero excusas de ningún tipo»: AMLO
 
Alfredo Bielma Villanueva
 
La complacencia con la cual desde el sector salud mexicano se ha venido manejando la compra y el abasto de medicamentos han venido caminando en sentido contrario a las manecillas del reloj; sobre el desabasto todo mundo está enterado, los médicos del sector, los enfermos y sus familiares en primer término porque enfrentan las iterativas negativas en el surtimiento de las recetas, en contraste con el dicho de las autoridades del Sector Salud en su afán por negar el desabasto. Pero ahora, con la súbita reacción presidencial reconociendo ese problema se abre después de amargos sinsabores un rayo de esperanza para solucionarlo: “Esto va para Juan Ferrer, para el doctor Alcocer: Yo no quiero escuchar que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo, no podemos dormir tranquilos sin medicamentos para atender a enfermos”. De esa manera el velo se ha descorrido dejando en evidencia la displicente actitud de quienes están al frente de uno de los ramos más importantes de la administración pública, de toda la sociedad y de cualquier gobierno, porque impacta al sector económicamente más vulnerable de la población. Quedan para la anécdota los subterfugios utilizados para encubrir el desabasto de medicinas e insumos para hospitales, aquellas perversas insinuaciones sobre posibles “complots” por parte de los adversarios del gobierno quedan al descubierto como vil estratagema para encubrir ineficiencias, lo mismo la aventurada acusación del doctor Alcocer atribuyendo al robo de medicinas la causa del desabasto que la ingrata expresión de López Gatell revelando imaginarias connivencias políticas e ideológicas. Dan fruto las desesperadas manifestaciones públicas de los padres de hijos con cáncer porque con sus reiteradas acciones de protesta pública abonaron la sensibilidad social del presidente, quien con su determinante ¡ya basta de desabasto! reconoce la ineficiencia. Si por alguna razón la catilinaria presidencial no resuelve el asunto, entonces desde el llano, parodiando a los misioneros de la Luna, tendríamos que exclamar: “¡México, tenemos un problema!”.