Ve por qué ahora hay más cremaciones que entierros

Si bien el año pasado hubo un aumento del 80 por ciento en las cremaciones, el aumento se remonta años atrás

Veracruz, Ver.- La cremación de personas fallecidas se ha convertido en los últimos años en una costumbre cada vez más recurrente entre los veracruzanos para dar descanso a sus familiares.

Actualmente este servicio es el más demandado y después la inhumación, de acuerdo con lo señalado por empresas del sector funerario.

Jaqueline Rivera, directora de la agencia funeraria Del Ángel, comenta que al menos en los últimos seis años, se observa un aumento en el requerimiento de servicios funerarios en los que se solicita que el cuerpo del fallecido sea incinerado.

Si bien el año pasado hubo un aumento del 80 por ciento en las cremaciones, el aumento se remonta años atrás y tiene que ver con factores como el cambio de la cultura, la apertura de la religión y hasta la economía de las familias.

“Dado que es más barato que sepultar, sobre todo cuando no se tiene una fosa, las cremaciones desde el año pasado incrementaron 80 por ciento, desde ahí la cremación se va haciendo más recurrente como una cultura, ya que la iglesia envió un comunicado en el que permite la cremación”, declara.

De acuerdo con la responsable de una de las funerarias más grandes de la ciudad de Veracruz, el costo de un sepelio en el que los familiares optan por realizar un entierro, se puede elevar hasta cuatro veces en comparación con el costo de un servicio funerario con cremación.

Para que una persona pueda costear el entierro de un familiar, debe costear la compra de un terreno que puede variar entre los 15 y 40 mil pesos; mientras que el servicio de cremación se encuentra a partir de los 7 mil 500 pesos en adelante.

Un cuerpo cremado puede ser colocado en un sitio de descanso que ofrecen las agencias funerarias o bien se puede buscar la compra de un nicho en diversas iglesias que cuentan con estos espacios, agrega Jaqueline Rivera.

La cremación de personas fallecidas se ha convertido en los últimos años en una costumbre cada vez más recurrente entre los veracruzanos/Foto: Raúl Solís | Diario de Xalapa

“Año con año, desde hace unos seis años en adelante, la gente ha optado por decidirse más por la incineración que por la inhumación, por lo económico, por una parte, por otra por la seguridad de que en un cementerio se debe dar mantenimiento a los nichos, por eso han optado mejor por cremar”, refiere entre los factores que han contribuido a la demanda de este servicio.

Bajan a 25 entierros mensuales

Clemente Hernández, administrador del Panteón Particular, coincide en que lo económico juega un papel importante en el cambio de cultura de los veracruzanos para llevar a cabo un funeral para sus familiares.

Señala que la cremación no solo es más barata en las funerarias, sino también en panteones que ofrecen este mismo servicio, ya que los espacios para los nichos son más baratos en comparación con los terrenos para cavar una fosa.

Foto: Miguel Castillo | El Sol de Orizaba

Se suma el pago del trámite para que se permita que se realice un entierro, que en el caso del cementerio en el que él trabaja se encuentra en mil 500 pesos, que se agrega a los otros gastos de un funeral tradicional.

“Lo que pasa es que si usted tiene un terreno el permiso que nosotros otorgamos es de mil 500 pesos, si no tienes propiedad obviamente sale caro porque además se debe comprar un terreno, que hoy en día está costando 15 mil pesos”, puntualiza.

Con 12 años trabajando en el cementerio, afirma que la pandemia de Covid-19 no fue el factor que detonó la costumbre de incinerar el cuerpo de las personas que fallecen, sino de algo que se viene aceptando con más tiempo atrás.

“Cuando yo entré a administrar el panteón hace 12 años eran 30 a 35 entierros por mes, a los cuatro o cinco años empezó a bajar de 20 a 25 por mes, lo que sí veo es una disminución en los entierros y que se recurre más a las cremaciones”, precisa.

Sin embargo, afirma que no solo el factor económico tiene algo que ver en el cambio de las costumbres con respecto a los funerales, pues existe una población con costumbres arraigadas que siguen prefiriendo la inhumación antes de la incineración.

Lo anterior tiene que ver con la religión, principalmente, que predomina entre los adultos mayores, quienes son católicos practicantes.

“Las creencias tienen mucho que ver, porque aparte de lo económico tiene que ver mucho la creencia de la persona, si el difunto en vida pidió a sus familiares ser enterrado y no incinerado, que esto pasa más en la población adulta”, sostiene.

Apertura a la incineración

Julio Flores Carranza, vicario de la Catedral de Veracruz, coincide en que las creencias religiosas tienen mucho que ver en los servicios funerarios de sus feligreses.

El clérigo admite que anteriormente la iglesia católica se oponía abiertamente a que los feligreses recurrieran a la cremación, ya que esto profanaba el cuerpo de los difuntos al no ser resguardados por sus familiares.

Más tarde, la iglesia abrió la posibilidad de recurrir a la incineración del cuerpo de los fallecidos, siempre y cuando sus restos en cenizas fueran conservados por sus familiares y no esparcirlos en algún espacio.

“La iglesia abrió esta posibilidad, esto ya tiene varios años. De entrada, está la sepultura como algo que se hizo desde un principio, ahora se permite también la incineración, las dos son válidas siempre y cuando no se profane el cuerpo, es decir, no verlo como algo desechable, como algo que vamos a tirar, de que a veces la práctica que se tiene es de tirarla en algún lugar, como si no tuviera valor”, aclara.

Dentro de la Diócesis de Veracruz entre cinco y seis parroquias tienen espacios para nichos, que sirven para depositar las urnas con cenizas; esto ha beneficiado para que cada vez sean más los feligreses que recurran a esta práctica, antes de pensar en un funeral tradicional.

“Yo creo que las personas siempre buscan cumplir el deseo de quién lo pidió, aunque en muchas ocasiones no hay opciones que se inclinen a cumplirse por lo económico, lo que más hemos visto en los últimos años ya ha sido la incineración, es una tendencia que se incrementó desde hace tres años”, agrega.

Aunque también lo cierto que el servicio de inhumación se sigue conservando más en las zonas rurales que en las urbanas debido a que es una tradición arraigada aún cuando hoy en día resulta más costoso que la cremación, concluye el ministro de la iglesia católica.