López Obrador, el bien amado

Alfredo Bielma Villanueva
 
Un bálsamo para el buen humor habrá resultado para el presidente López Obrador la publicación en el Financial Times de la encuesta de Morning Consult sobre la elevada aprobación a su liderazgo, según consulta que incluyó a otros líderes globales, ubicándolo en segundo lugar, solo un escalón debajo de Narenda Modi, gobernante de India. El presidente lo ha celebrado y con razón, pero… ¿ese galardón en qué sirve al pueblo de México? No es ociosa la pregunta, porque a juzgar por lo que observamos a tres años de gobierno, la gestión aún no demuestra avances sustantivos en la solución de los graves problemas del país. Sin embargo, debemos entender que ese segundo lugar lo obtiene López Obrador en base a la aceptación de los encuestados hacia su persona, no en cuanto a los resultados de su gobierno, que entre ambas condiciones media una gran distancia. El próximo día primero de noviembre, inicia la segunda mitad del gobierno de López Obrador (recordemos que por mandato constitucional el actual periodo se acortó un mes y por tanto no concluye el 30 de noviembre de 2024 como era lo establecido), y aún estamos a la espera de resultados mensurables en un escenario en el cual el propio López Obrador adelantó los tiempos sucesorios. El panorama no se presta para el optimismo, porque la pandemia contribuyó al estancamiento económico del primer año de gobierno, los elevados índices delincuenciales no declinan y los servicios médicos aún no toman rumbo hacia Dinamarca. De allí la interrogante: ¿sirve de algo al pueblo de México ese segundo lugar a López Obrador? Mucho me temo que no.