*La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa. Camelot.

 

DOMINGO DE CHIRIPIOCA

 

Suele el vértigo llegar y no avisar. Así me tocó en domingo, me llegó de improviso y me enclaustró en casa a disfrutar un poco la tele, me puso como a Rosario Robles cuando le dieron el vengativo fallo de su terrible encarcelamiento, y sin poder escribir la cotidiana columna de lunes. Era domingo de deportes y entró el clásico Barcelona-Real Madrid y la paliza a Kansas en el americano con el afamado Mahome, se fue el domingo para rematar con unas películas de Netflix o Roku. Recomendable, vi aquella histórica de Las aventuras del Matemático, la vida de un inmigrante polaco matemático, Stan Ulam, que se trasladó a Estados Unidos y de profesor de Harvard se unió reclutado al grupo del proyecto Manhattan, los que hicieron con Openheimer la bomba atómica, que luego explotarían en Japón por un par de veces, recomendable. Me acordé que este cuenqueño ha visto un par de clásicos en el mundo, quizá los dos más importantes, el de los españoles y el del Boca -River en Argentina, ver aquel juego es una locura, algo que ningún script de Hollywood te puede llevar. He escrito que hay varias formas de salir del campo de futbol, por la violencia que generan esos dos equipos, bueno sus dichosas barras, el estadio está lleno, pero al terminar el juego salen primero los visitantes, o sea los civiles, luego salen los de la porra contraria y media hora después la local, y así se la llevan para evitar que afuera se junten las dos porras y haya muertos, como los ha habido.

 

LOS CRIMENES EN TULUM

 

La noticia le dio la vuelta al mundo. En este país, donde persisten los abrazos y no balazos, la delincuencia organizad ha tomado de rehenes a varios municipios, entre ellos el turístico Tulum, la joya de la corona del turismo mundial, en Quintana Roo, Cancún, vamos. Unos malandros llegaron y tirotearon un restaurante, La Malquerida, donde las balas conviven con los daiquirís, según el diario El País, y asesinaron a dos mujeres extranjeras, que quitadas de la pena cenaban en ese conocido restaurante bar. El paraíso caribeño mexicano lleno de sangre. Los sicarios dejaron muerte y luto, y la autoridad solo dice lo de siempre, no quedará impune este crimen. Una mujer era alemana y la otra de la India, conocida en Instagram por ser influencer. En el mundo se encendieron las farolas de la muerte, y en todos los sitios, menos en el gobierno federal y en la secretaria de Relaciones Exteriores condenaron el crimen, los extranjeros fijaron los warning de no acudir a México, a peligrosos lugares. Lo hizo Canadá y Estados Unidos y ahora Alemania. Están matando, además, el turismo, la gallina de los huevos de oro, principal fuente de ingresos de este municipio de la Riviera Maya. En el Estado de Quintana Roo, donde se encuentra Tulum, el turismo supone un 87% del PIB. Pero al gobierno le vale, voltean para otro lado, a esos criminales hay que aplicarles la máxima de Winston Churchill: “A los que solo conocen el lenguaje de la violencia hay que hablarles en su mismo idioma”. Pobre nuestro país, tan lejos de la justicia y tan cerca de los abrazos.

 

BROZO Y SAMUEL GARCIA

 

Brozo agarró un raid y se fue con su Latinus a entrevistar al chamaco del momento, el apapachado ahijado de Dante Delgado Rannauro, Samuel García. Gobernador de Nuevo León, al que muchos criticaban como chamaco-mamón y está resultando un gobernador que va a cambiar Nuevo León. Apenas anunció la creación de un estadio nuevo, para que la NFL llegue allí a jugar unos de esos juegos maravillosos de futbol americano. Habló bien del presidente AMLO en su primera reunión y le dijo a Brozo, el payaso tenebroso, que iba a verlo de nuevo porque se habían comprometido a poner un tren en Monterrey.

Brozo le dijo: Por ahí le pregúntale de los pernos.

Y Samuel, respondió: Mejor eso a Ebrad.

Hace nada revolucionó las redes sociales con su esposa, la influencer, Mariana Rodríguez, quien vistió de Cenicienta y le dio impulso al Día de muertos o Halloween, como le llaman los gringos. Ella, además, se cortó su pelo en apoyo a un niño con cáncer, que lloraba por el suyo, lo que le costó algunas críticas de frívola en las redes, pero cosechó aplausos y admiración. Son nuestros Kennedy norteños.  Como los Yunes en Veracruz: Paty y Miguel Ángel. Llevan un nuevo estilo personal de gobernar. Sobre sus aspiraciones a ser el candidato a la presidencia, respondió que él va a estar de gobernador los seis años. Qué no mammy blue, eso fue mío.

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