Habilidad de los diputados

Habilidad de los diputados
 
ÓSCAR PEDRO REYES CASTELÁN
 
En realidad no bajarán las tarifas domésticas en los recibos de luz si los diputados y senadores aprueban la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador; paradójicamente, podrían aumentar.
 
Igualmente, imposible pensar que la CFE mejore su servicio a corto plazo, y por el escaso mantenimiento e inversión a su infraestructura (no se tienen noticias de que sus hidroeléctricas, por ejemplo, sustituyen sus turbinas antiguas e ineficientes), lo más probable es que el país no tarde mucho en enfrentar escasez y nuevos “cortes” de luz. Además, la empresa carga una enorme deuda (estimada en 100 mil millones de pesos) tras la apertura del sector energético a la inversión nacional y extranjera en 2013, y desde entonces la legislación aprobada obliga a la CFE a comprar energía que producen esas empresas privadas a costo de mercado, para después distribuirla a través de su red nacional. ¿Qué es entonces lo relevante en la referida reforma? Su planteamiento de que el estado recupere el control de este sector estratégico asumiendo un 54% de la producción nacional de electricidad y limitando al 46% restante a las empresas privadas, lo cual impediría que éstas dominen el mercado nacional, fijen tarifas a su antojo, afecten a los consumidores finales y coloquen contra la pared al estado mexicano. Esencialmente es lo que los integrantes del Congreso federal tendrán que analizar y votar; si eventualmente lo aprueban, seguramente con modificaciones, varias empresas transnacionales como la española Iberdrola, se verían obligadas a reajustar sus operaciones con nuevas reglas para ese equilibrio en inversión, generación de electricidad y costo, lo que a largo plazo podría tener efectos de beneficio colectivo. En el papel es una propuesta sensata, lamentablemente politizada ni siquiera por cuestiones ideológicas, lo que podría endurecer las posiciones de los partidos políticos al votarla, además de una deficiente labor de comunicación para explicar con claridad el propósito y alcance de la iniciativa. Otra cosa es cambiar la situación actual sin inversión en crear nuevas plantas generadoras de electricidad, principalmente vinculadas a recursos naturales renovables con los que dispone el país, desde gas natural, hasta fuentes eólicas, marinas, solares o, al menos, para un adecuado mantenimiento, incluyendo a la nucleoeléctrica de Laguna Verde. Hay una austeridad mal entendida que afecta la prestación de servicios públicos. Esto puede observarse en cosas tan elementales como son los cajeros automáticos de pago instalados por la Comisión Federal de Electricidad, los cuales, en su mayoría, se encuentran inservibles, lo que ni en eso hay concordancia en ese eslogan de que la CFE una “empresa de clase mundial”.¿Cómo convencer a los legisladores que el gobierno de la 4T necesita para llegar a la mayoría calificada para lograr la reforma a la Constitución? Algunos hábilmente, si van a votarla a favor, probablemente puedan exigir que se otorgue el mismo trato que se dio a los consumidores de Tabasco a quienes se adeudos históricos o para que se otorguen tarifas bajas para sus estados, principalmente Veracruz. Habrá que ver la habilidad de esos legisladores que podrían convertirse en fiel de la balanza. Escriba a opedro2006@gmail.com