Covid-19, el virus implacable

Alfredo Bielma Villanueva

El SARS-CoV-2 es sin duda alguna uno de los jinetes del apocalipsis de este siglo, inició en México en febrero de 2020 y prosigue su paso aniquilador, es pandemia mundial porque en todo el orbe ha causado dolor y lágrimas, muertes por doquier. Ayer, en México fallecieron 200 personas, acumulando 271 mil 503 muertes por Covid-19, de ellos son de Veracruz 13 mil 034 fallecimientos. Son cifras frías, simples números, no así el dolor que encierran, con el inherente significado de seres que parten al viaje sin retorno afligiendo de dolor a familias enteras y al universo de su convivencia. Uno de quienes ayer se fueron es José Rogelio Ibáñez, ciudadano xalapeño cuya huella queda impresa en su contexto social gracias a su intensa bonhomía de solidario amigo, entregado a tareas de índole colectiva, y en esa actitud se desempeñaba al frente de los comerciantes del Centro Histórico de Xalapa. Si nos atenemos al pensamiento de Epicuro, cuando aseguraba “la muerte no existe, porque cuando vivo no se encuentra y cuando llega ya no estoy”, José Rogelio Ibáñez solo salió de viaje hacia el destino común de todo ser viviente, o sea, por allí nos encontraremos. Descanse en paz el dilecto amigo.