INOCENTE POBRE AMIGA 

*Y cuando despertaron, repudiaron a VOX. Camelot.  

 

INOCENTE POBRE AMIGA

 

En domingo, cuando se está en el relax, un documento comenzó a circular en las benditas redes sociales, era el deslinde de la senadora veracruzana, Indira de Jesús Rosales Sandoval (Veracruz, 30 de septiembre de 1987), la Indira que no es Gandhi. Integrante en el Senado de las comisiones de Gobernación y Relaciones Exteriores. Gente allegada al equipo del exgobernador Yunes Linares. Una mañana incierta, de repente apareció al lado de Julen Rementeria, del equipo contrario de su jefe, y sorprendió a medio mundo cuando el visitante distinguido era un personaje de la extrema derecha, de los que en España comparan con los neonazis, del partido VOX. Posaban sonrientes todos y todas y comenzó la retahíla de críticas en los medios de comunicación y con los comentaristas de periódicos. Vamos, hasta en España se sorprendieron que hayan abierto las puertas del Senado mexicano a este tipo, el Le Penn francés, Santiago Abascal. El editor del diario The New York Times, Arthur Ochs Sulzberger, decía que, en la noticia, cuando te equivocas, había que enmendarlo enseguida y ofrecer disculpa. Eso en noticias, en la vida es igual, si regaste el tepache, a limpiarlo. La primera que salió por piernas fue la senadora Lily Téllez, tuiteó que lamentaba habar asistido y que en la vida había tenido dos equivocaciones, una era cuando apoyó a AMLO, y exhibió una foto cariñosa con el presidente, y la otra cuando fue con los de Julen y VOX. Indira se lamentó, se llamó engañada, y que ella con los de VOX ni a la esquina, ni siquiera para ir a comprar un helado de los del güero, güero, entonces me acordé de aquella rola de Juan Gabriel: Inocente pobre amiga. C’est la vie, diría un francés.

 

AHI VIENEN LOS RUSOS

 

Hubo una película de hace unos años, una película de 1966 llamada ‘Ahí viene los rusos’. Era de sátira, irónica y gustó tanto que fue nominada al Oscar con 4 nominaciones y ganadora. Yo recuerdo haberla visto en un cine de mi pueblo, Tierra Blanca, o quizá ya en Veracruz, la memoria me falla. Eran los tiempos de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y Rusia se veían como AMLO a sus opositores, con ganas de madrearse y surtirse bonito. Un submarino encalla en una parte de la costa de Estados Unidos y la tripulación de marinos bajan a pedir ayuda, entonces la población los ve como invasores comunistas rusos y ahí comienza el merequetengue. El sheriff del pueblo, los pobladores, los visitantes. Buena película del recuerdo, de cuando los rusos daban miedo, ahora no, ahora hasta ganan el Abierto de Estados Unidos y son aplaudidos por los neoyorkinos, que vieron maravillados como un ruso venció a un serbio que parecía invencible. La cinta viene a mi memoria, porque ahora mismo en las redes sociales se están danto una tunda entre los amloistas y los contrarios, que ven la invitación a Putin el ruso, que no es putín, es un canijo, y al presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, y a Maduro y quizá a Evo Morales (faltó Nicaragua con Daniel Ortega), a los festejos de las fiestas patrias, a que vengan y acompañen al presidente y quizá alguno de ellos, dicen sus contrarios, lancen el grito desde Palacio Nacional, de Viva Fidel, Viva el Che, Viva el comandante Chávez, cosa que se vería imposible reemplazar a los padres de la patria por estos barbones dictadores. Putin no vendrá, le queda muy lejos y le da hueva, eso nada más fue para calentar un poco a Biden, a nuestro presidente le gusta picarlo y mojarle la oreja, como en pleito de chamacos, hasta que no se encuentre con un ultimátum como el que le metió Donald Trump una mañana que amaneció enojado, y amenazó con aranceles en contra de México, lo que hizo que rapidito militarizáramos la frontera, a servirle al patrón. Los amloistas aseguran que solo vienen a la cumbre del Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), a celebrarse en México el 18 de septiembre, con 17 países caribeños que están en contra de la OEA (se incluye México), y quieren aprovechar el liderazgo de AMLO para enfrentarse a Estados Unidos y a la Organización de Estados Americanos (OEA). A ver qué pasa y de qué cuero salen más correas. Valdría la pena llevar al cubano dictador a una mañanera, y que viniera el periodista de Univisión, Jorge Ramos, para preguntarle porqué en su pueblo no hay patria y libertad. Y si cárcel para los opositores, y hambre. Mucha hambre.

¿Qué es peor, VOX o la dictadura comunista cubana?, se pregunta un fan.

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