Alfredo Bielma Villanueva
Como buen practicante de Base Ball el presidente López Obrador habrá pescado una mala señal en el senado de la república a juzgar por la forma en cómo abordó el tema de las tareas encomendadas al nuevo Secretario de Gobernación, reemplazante de la senadora Olga Sánchez Cordero, actual presidenta de la Cámara Alta. Porque para describir las tareas encomendadas a Adán López no fue muy críptico: “Ese es el mensaje… Yo necesitaba en esta nueva etapa un apoyo de alguien que me auxiliara en todo lo relacionado con cuestiones políticas (…) dije políticas, no politiqueras”. ¿Qué habrá notado, escuchado o detectado el presidente desde la Cámara de Senadores? Es viva especulación, pero en política es lugar común el adagio: “piensa mal y acertarás”.