APUNTES BIOGRÁFICOS

POR: JOSÉ MUÑOZ COTA

(IN MEMORIAM)

Estos son los papeles póstumos de Juan Cualquiera, Discípulo muy amado de Noé.

Noé fue el inventor del divino licor. Sembró en el paraíso un árbol de botellas.

Juan murió heroicamente con su botella en la mano. Ahora es el muerto desconocido y nadie lleva flores a su tumba.

Fue apolíneo y dionisiaco, dirían los eruditos. Yo digo que no llegó a ciudadano porque no le interesaban las exigencias del Estado, ni tuvo que pagar contribuciones a la iglesia o a un partido político.

Únicamente perteneció a la Unión de Vagos Alcohólicos (UVA) y fue fiel a la ética resumida en este aforismo: CADA QUIEN SU BEBIDA.

Así lo quiso y así fue.

Estos papeles nos revelan que no era totalmente ignorante y que, en sus momentos lúcidos se vengó del mundo circundante, escribiendo como testamento estas líneas.

Las publico por una razón imperativa y kantiana y, además porque quiero.

En la cantina del Gallo Neurasténico.