TOUR QUINCENAL

*La historia siempre debe de contarse. Camelot.

 

TOUR QUINCENAL

 

Se vaga y divaga por donde se puede. El rol de cada 15 días rumbo a Veracruz, con el atasco de siempre en la mugre caseta de Capufe de Cuitláhuac o de Fortín, ni a cuál irle, me recomendaron irme por la carretera federal, que está mucho mejor y no cuesta nada y tiene también baños gratis. Lo haré. En nuestra cita cotidiana, mi hermano Enrique, Fernando Pavón y el Rico que no es rico, con nuestra primera escala en el café Don Justo de Plaza Américas, dilucidábamos los temas del día y dónde ir a comer, nos tocó en un brasileiro que está en la rotonda de los Niños Héroes, en el bulevar Ruiz Cortines de Boca del Río, por ahí a la vuelta del Lois, ese monumento que diseñó y construyó el arquitecto Isaías Rodríguez Vivas, dos veces alcalde de Orizaba y fiel amigo del gobernador Dante. Saludar en el camino de la plaza a Juan Lobeira, el papá de la nueva alcaldesa de Veracruz, que comía con su señora esposa. En el brasilero, mira qué cosa más linda, más llena de gracia, al entrar los protocolos sanitarios se endurecen, temperatura, gel, sanitización, hay un letrero que señala que si tienes más de 27 grados, o sea, si llegas calentón, vas a un lado. Es un lugar de carnes tipo las espadas y para quienes a veces nos convertimos en veganos, pues con las entradas y una pasta estás al tiro. Hacía calor, 32 grados y nuestro tour ahora rumbo al mismo Centro Histórico.

 

EN LA TORRE INCONCLUSA

 

Llegando le dimos su vuelta a la torre inconclusa, que quizá vaya a dormir el sueño de los justos o de los injustos, según la óptica, hasta que termine este gobierno estatal y termine el gobierno federal, porque un día al presidente AMLO le cayó en la punta del pensamiento, y le hizo una crítica de que estaba muy alta y afeaba el panorama del barbón Carranza y, vámonos, pa luego es tarde atendieron su reclamo y la clausuraron. Quizá con un nuevo gobernador y otro presidente, eso camine. Al tiempo, si Dios nos presta vida para ver lo que viene. Porque este bicho anda muy malo y atrapando al que se deje. Mi hermano, que es mi corrector de estilo y a veces de historia, me dijo que dejé inconclusa parte de la historia de Porfirio Díaz, yo que peco de haber leído poco del dictador, pero que prometo comprarme el libro de Carlos Tello para conocer más de aquel hombre que dejó un legado histórico en monumentos. Hablamos de sus tiempos de cuando creció el ferrocarril, en tiempos de la familia Escandón, orizabeños, cuyo fundador, Antonio, obtuvo la concesión del ferrocarril Veracruz-México, y allí nos tenéis yendo a esa zona donde primero pasamos los bellos edificios porfiristas de Correos y Telégrafos, edificios gemelos de estilo neoclásico en la veracruzana calle de Montesinos, zona portuaria, que están vigilados por dos leones echados, inaugurado por Porfirio el año de 1902, presente lo tengo yo, junto una placa reconociendo la emigración española en tiempos de Lázaro Cárdenas, cuando aquellos Niños de Morelia, un par de ellos aquí vivieron y dejaron familia, Paco Ubeda uno de ellos. Allí donde el tren pasaba primero, según tesis de Elena Poniatowska, al pie de la terminal y del otro bello edificio de Ferrocarriles, el de la Antigua estación, que data del porfiriato, de estilo francés, todo en aquel tiempo era de estilo francés, por eso el dictador partió a morir a Francia, a la que seguro admiraba y a sus arquitectos. Edificio considerado el primer inmueble de concreto armado y cemento en la ciudad. Ya don Porfis había huido en el Ypiranga y su inauguración fue el 1 de julio de 1911 por el presidente Sebastián Lerdo de Tejada. Albergó originalmente a la “Compañía Terminal de Veracruz”, donde estaban agrupadas las principales empresas ferroviarias existentes en el país. Posteriormente en la parte superior funcionó un pequeño hotel. Toda esa historia se fue al carajo, cuando se abandonaron los ferrocarriles y se entregaron a Míster Slim en Ferrosur, en el año 1997, y dejaron de funcionar los trenes de pasajes, al fondo tienen una maquina vieja muy destartalada, que necesita pintura, pero como nadie la ve ni caso le hacen, está mucho mejor la de mi pueblo, Tierra Blanca, que al menos la pintan. Ah que Slim. Esa máquina vieja debían sacarla del escondite donde la tienen y mostrarla en la parte donde pasa tráfico y gente. Para que se vea la historia de esos trenes.

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