CROAR COMO RANAS 

*Entre las cosas que Dios no puede hacer, Tomás de Aquino destacaba que no podía “encolerizarse ni entristecerse”. Y también: “No puede hacer que un hombre no tenga alma”. Camelot. 

 

CROAR COMO RANAS

 

Llueve y croamos como ranas. No cesa de llover, es el día que llegaron las lluvias (Le Jour ou la pluie viendra), como aquella hermosa y vieja canción francesa de Raymond Lefevre y Les Dijjins singers, gran tema de Radio 6.20, donde la música llegó para quedarse. Como aquella tarde y fría del poema de Antonio Machado: “Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales”. Así andamos ahora, con la lluvia que no para e inunda ciudades y pueblos y crea socavones y encharcamientos y accidentes. Nos faltaba agua en las presas, decían los funcionarios de gobierno federal, se secaban las presas y me acordé cuando Francisco Franco, después de la dolorosa Guerra Civil, al iniciar su gobierno dictadura construyó eso que ellos llamaron pantanos, que sirvieron para la agricultura y ganadería y que los pueblos y campesinos florecieran un poco en sus sembradíos para poder comer, cuando esa Guerra los dejó muy pobres, con hambre y carencias. Y así andan en México, llorando porque las presas no retienen agua y algunas conservan un 30 por ciento de su capacidad. Cuando el país se sumerge en las muertes y México huele a sangre por doquier, si no es Tamaulipas es Guanajuato o Guerrero, pero no hay tranquilidad para la población que ahora está inerme ante estas bandas delincuenciales, que aprovecharon aquello de abrazos no balazos, para ahora salir a disparar contra gente inocente, importándoles nada porque se saben protegidos y se saben con impunidad, en un país donde no tardan nuestros vecinos y condenan esto como un acto terrorista y entonces si a temblar, porque lo que pasa en la frontera les pega de rebote a ellos.

 

UN MEDICO HUMANISTA (SANCHEZ ANCIRA)

 

Circuló en las redes sociales una nota reportaje de la trayectoria del humanista doctor Felipe Sánchez Ancira, un orizabeño que, desde abajo, entre penurias y deudas, ha logrado construir una red hospitalaria de primera, donde en Orizaba, su tierra, tiene el hospital Covadonga y en Córdoba construyó uno de primera, totalmente al nivel de los mejores de la capital y de Houston. Y ahora, si ustedes han transitado en Boca del Río por la carretera vieja camino de El Dorado hacia el rumbo a Alvarado y la Cuenca, se está construyendo otro que será, sin duda, el mejor del estado de Veracruz. El periodista Edgar Ávila en El Universal, dio cuenta del trabajo humanista de Sánchez Ancira y del relevo generacional con su hijo, Antonio Sánchez Sainz, con una red hospitalaria que dan atención a 30 mil pacientes y 15 mil atenciones gratuitas. Para ver el tamaño del de Boca del Rio, tendrá una inversión de 1,700 millones de pesos con 180 camas y 12 quirófanos y empleo, para iniciar, de 500 personas, sumando a los cerca de dos mil que ya laboran en esos prestigiados Covadonga. Quienes hemos estado ahí, por algún quebranto, nos consta el trato humano del personal y el trato del doctor Ancira y de su hijo, hospital en su red que están en buenas manos. Mucho éxito y mucho trabajo. Es un orgullo para Orizaba y para todo Veracruz, unos hospitales con la relevancia de los mejores, un equipo médico humanista, enfermeras muy atentas y profesionales, camilleros chingones, afanadores, los de limpieza, recepcionistas, administrativas, todo el personal allí labora con gran profesionalismo y don humanitario, pendientes siempre de la salud de quienes allí llegan a atenderse. Larga vida a los Covadonga.

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