* 2024: ‘MONREALAZO’ A LA VISTA

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

 

* 2024: ‘MONREALAZO’ A LA VISTA

 

De los tres presidenciables más visibles de Morena, el senador Ricardo Monreal es, sin lugar a dudas, el mejor librado en este proceso electoral. Ganó la gubernatura de Zacatecas con su hermano David y, entre las principales alcaldías del país, se adjudicó la de Xalapa con su compañero de escaño Ricardo Ahued y la de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México (CDMX), pues según afirman sus propios correligionarios habría operado a favor de la candidata de la coalición PAN-PRI-PRD, Sandra Cuevas, luego de que la diputada federal Dolores Padierna y su esposo René Bejarano, aliados con la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, bloquearon a Alejandro Rojas Díaz-Durán, el suplente del zacatecano en el Senado.

 

Con el canciller Marcelo Ebrard casi desahuciado políticamente tras la tragedia de la Línea 12 del Metro, y con Sheinbaum arrollada por la oposición que partió el corazón del morenismo nacional –el principal bastión de la izquierda en el país, desde que en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas ganó por primera vez la Jefatura de Gobierno de la CDMX–, Monreal parece cabalgar en caballo de hacienda hacia la sucesión presidencial de 2024.

 

La única duda es si a la hora de la definición de la candidatura contará con el voto decisivo del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues en 2018 el tabasqueño, a través en un “encuestazo” –su método predilecto para justificar sus imposiciones desde que era dirigente nacional del PRD, según cuentan algunos ex líderes veracruzanos del partido del sol azteca–, desplazó a Monreal de la nominación al gobierno capitalino para imponer a Sheinbaum.

 

En esa ocasión el zacatecano, que precisamente gobernaba la entonces Delegación  Cuauhtémoc, se disciplinó y aceptó ser candidato al Senado, donde actualmente coordina la bancada de Morena y preside la Junta de Coordinación Política, una relevante posición que le ha permitido cabildear acuerdos con los líderes de los grupos legislativos del PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y PVEM.

 

Sin embargo, quienes conocen su trayectoria, aseguran que en la próxima sucesión presidencial difícilmente Monreal volvería a disciplinarse, por lo que no descartan que si en Morena le negaran la candidatura, el zacatecano podría repetir el “monrealazo” de  1998, cuando ante el veto del CEN del PRI para ser postulado al gobierno de su estado natal decidió renunciar al partido tricolor y aceptar la nominación del PRD, arrasando en las urnas.

 

Su caso obligó a posteriormente a la cúpula priista a elegir con mayor cautela a sus candidatos a otras gubernaturas. En Veracruz, por ejemplo, cuando en la sucesión estatal de 2004 intentaron frenar al entonces senador Fidel Herrera Beltrán para suceder al gobernador Miguel Alemán Velasco, un acercamiento con Monreal bastó para destrabar la candidatura priista a favor del cuenqueño.

 

En 2024 es posible que Monreal y Fidel vuelvan a coincidir en sus ambiciones políticas.

 

Y es que aunque Herrera Beltrán aún enfrenta un serio problema de salud, el ex mandatario priista sigue moviendo sus peones y alfiles en Veracruz. El alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued –cuyo destape a mediados de febrero pasado como precandidato de Morena a la presidencia municipal fue festinado en Twitter por su esposa Rosa Borunda–, es uno de ellos. El otro es su hijo Javier Herrera Borunda, quien controla en la entidad la franquicia del PVEM, partido que en la Cámara de Diputados será un aliado necesario para el presidente López Obrador en el segundo tramo de su sexenio.

 

Por eso no se descarta que luego de haber gobernado Chiapas con Manuel “El Güero” Velasco Coello –el poderoso senador que políticamente apadrina a Herrera Borunda y ha sido el protector de otros fidelistas como Alberto Silva Ramos, ex candidato del PVEM a la alcaldía de Tuxpan– y de haber ganado ahora la gubernatura de San Luis Potosí con el impresentable ex diputado federal José Ricardo “El Pollo”  Gallardo Cardona, en la próxima sucesión estatal el Partido Verde pretendiera la candidatura al gobierno de Veracruz en una potencial alianza con Morena o con otra coalición opositora, nominación para la que desde ahora parecen perfilar al senador con licencia Ahued Bardahuil, un candidato a modo para hacer resurgir la nueva “Fidelidad” en la entidad veracruzana.