TOLEDO
POR JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
El Greco, de puntillas,
anda por las calles de Toledo.
No pisa los silencios,
lo acompañan varones
con el cuerpo alargado, en oración.
La catedral se fuga hacia lo alto,
sombría, enflaquecida, soledosa,
Dios no puede estar en esas naves rehacias,
no puede estar solo, siente frío.
El Greco detiene su camino.
Junto a su corazón
lo acompaña el Señor.