El pasado viernes 28 de mayo, la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, convocó a maestras, maestros, madres y padres de familia, así como a las autoridades educativas de los estados al regreso voluntario a clases presenciales a partir de este 7 de junio.
A pocos días de concluir el ciclo escolar 2020-2021, la SEP anunció que inicia el regreso voluntario a clases en todas las escuelas públicas y privadas del país. El comunicado se hizo después de más de un año en que docentes, alumnos y padres de familia de todos los niveles educativos en México iniciaron clases a distancia, con todos los retos que esto les implicó, en un hecho inédito en la historia de la educación a nivel mundial.
Dicha decisión del retorno a las aulas se respalda en que a la fecha ya se ha vacunado a más de 2 millones 680 mil personas del sector educativo en todo el país (177 mil 913 corresponden al estado de Veracruz), con lo cual ya se estaría en condiciones de regresar a clases presenciales, señaló desde Palacio Nacional la titular de la SEP.
Además, comentó que en diversas reuniones con los gobernadores del país se han presentado tanto los protocolos como las siguientes nueve intervenciones que se deben aplicar en todas las escuelas para un retorno seguro a clases:
- Instalación de los Comités Participativos de Salud Escolar, integrados por los padres, madres de familia y el personal docente.
- Garantizar el acceso al agua, jabón y gel antibacterial en todas las escuelas.
- Cuidado de maestras y maestros, especialmente de los que se encuentran en grupos de riesgo.
- Uso de cubrebocas o pañuelo obligatorio.
- Sana distancia en todas las actividades escolares y alternada asistencia de alumnos a la escuela por apellido.
- Maximizar el uso de espacios abiertos.
- Suspensión de cualquier tipo de ceremonias y reuniones.
- Detección temprana de casos de COVID-19.
- Apoyo emocional para docentes y estudiantes.
La complejidad de una estrategia de este tipo requiere entre otras cosas del reconocimiento del contexto social, geográfico, cultural y de infraestructura física en que se encuentra cada una de las 23 mil escuelas que existen en todo Veracruz, especialmente en un estado tan diverso como el que tenemos.
Aunque el control de la pandemia todavia está muy lejos, continuar con un modelo de educación a distancia como el que se ha venido ajustando paulatinamente en todas las regiones de nuestro país, con todos los esfuerzos de docentes y alumnos ante las limitaciones de conectividad, infraestructura tecnológica y competencias digitales, implicaría riesgos aun no calculados para el desarrollo de las generaciones en etapa escolar y el futuro de nuestro país, aunado al impacto en deserción escolar que conllevaría un modelo exclusivo de educación a distancia, por las dificultades que estan viviendo día a dia los estudiantes de todos los niveles educativos en México.
En nuestro caso, los veracruzanos nos encontramos ante un reto sin precedentes como sociedad, con la apertura de las escuelas para atender las necesidades educativas de nuestras niñas, niños y jóvenes, porque, aunque la educación a distancia permitió darle continuidad y garantizar el derecho a la educación, es indudable que no sustituye la labor pedagógica directa que realizan las maestras y los maestros en la escuela.
Para regresar a las aulas, es necesario estar informados y seguir las medidas sanitarias correspondientes para enfrentar unidos todos los desafios que se presenten dia a dia por el retorno a clases presenciales, contribuyendo a brindar la educación de excelencia que se merecen nuestras nuevas generaciones.
Autoridades, personal directivo y administrativo, maestras y maestros de todos los niveles educativos, todos juntos, debemos ser solidarios y empáticos, trabajar colaborando para educar y cuidar la salud de 2 millones 120 mil alumnos veracruzanos que regresan a las aulas. De ese tamaño es nuestro compromiso ¿Estamos listos?
