durante el periodo 2015 a 2019, Veracruz redujo su gasto administrativo con una caída de 7.1%
Durante el ejercicio fiscal 2019 el gobierno estatal gastó 15.80% más de lo programado en el presupuesto de egresos aprobado por la Legislatura, al registrar un gasto total de 148 mil 637 millones de pesos. Además, por concepto de gasto administrativo erogó 54 mil 497 millones de pesos, lo que ubica a Veracruz como la tercera entidad con mayor gasto burocrático en el país.
El Informe Estatal del Ejercicio del Gasto (IEEG) 2020 realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) –que analiza las principales partidas y variaciones del gasto público de los 32 poderes ejecutivos estatales– reporta que los poderes ejecutivos que gastaron más en términos absolutos en el rubro de gasto administrativo o burocrático fueron los de la Ciudad de México (117 mil 314 mdp), el Estado de México (71 mil 657 mdp) y Veracruz (54 mil 497 mdp).
De acuerdo con el análisis de las cuentas públicas estatales y los informes trimestrales del ejercicio del gasto, durante el periodo 2015 a 2019, Veracruz redujo su gasto administrativo con una caída de 7.1%, no obstante hay rubros que superan los montos presupuestados.
Dentro de los hallazgos de Imco se encuentra que, en el periodo antes señalado, el rubro de servicios personales, particularmente en el pago de estímulos a servidores públicos, Veracruz gastó 4 mil 206 millones de pesos.
Por concepto de remuneraciones adicionales y especiales (que abarca todas las percepciones extraordinarias que reciben los funcionarios públicos: primas vacacionales, gratificaciones de fin de año, entre otras), el gobierno estatal no se ajustó a su presupuesto y gastó 53.7 por ciento más de lo autorizado.
Por otra parte, dentro de los rubros que integran el gasto burocrático en los que Veracruz registra disminuciones se encuentra: Materiales y Suministros, con una reducción de 21.6 por ciento del gasto, así como Servicios Generales, en la que hubo una disminución de 25. 2 por ciento con relación al monto originalmente aprobado por el Congreso del Estado.
El Imco dice en su informe que no se debe eliminar el gasto burocrático, el cual es indispensable, pero sí replantear su tamaño desde la perspectiva del costo de oportunidad que este tipo de gasto representa en un contexto de recursos limitados.
Para reducir la discrecionalidad en el ejercicio de los recursos públicos, Imco propone una mayor participación de los congresos locales en la aprobación y la supervisión del ejercicio del gasto, es decir, cumplir su función de contrapeso.
“Si un gobierno estatal requiere modificar su gasto para alguna partida en más del 15%, debe tener la aprobación del Congreso local”, concluye.
