Tiempos de sembrar, tiempos de cosechar; tiempos para luchar, tiempos para descansar; tiempos en el poder, tiempos en la oposición, y cada uno de esos periodos temporales conlleva sus correspondientes causas y efectos. Se puede ejemplificar con el caso de Miguel Ángel Yunes Márquez, ex alcalde de Boca del Río, diputado local y candidato al gobierno estatal por el PAN, sin abstracción de sus méritos personales, es una trayectoria en la cual mucho ha influido su progenitor, Miguel Yunes Linares, actor político de destacada trayectoria y ex gobernador de Veracruz. Pues ahora, en los rigores de su condición de opositor y aspirante a la alcaldía de Veracruz enfrenta problemas con el marco normativo y, contando con información fidedigna que sin duda tiene, anticipa que el Tribunal Electoral dará al traste con su candidatura. Definitivo o no, este caso no es exclusivo de Veracruz, tampoco de nueva generación, pero sirve para distinguir las circunstancias del político de cuando se tiene el poder a cuando se está fuera del ejercicio gubernamental. Porque “así transita la gloria en este mundo”, decían los romanos del Imperio.
