LOS ESCENARIOS CAMBIANTES 

*Y cuando despertaron, apareció la FGR. Camelot.  

 

LOS ESCENARIOS CAMBIANTES

 

Los escenarios del golpeteo político suelen cambiar de sede, como las peleas del Canelo, que unas veces son en Texas y otras en California. Ayer noche un warning brotó de la Fiscalía General de la República. Giraban y anunciaban que iban sobre los dos candidatos punteros a la gubernatura de Nuevo León, Samuel García, un chamaco que Dante Delgado adoptó y está a punto de lograr su segunda gubernatura en el país, después de Jalisco no te rajes. El otro ultrajado es el candidato del PRI y PRD, Adrián de la Garza. Ambos dos, diría Fox, puntean para gobernadores. Tenía tres mañaneras que el presidente AMLO los había sentenciado y señalado con su dedo flamígero, al menos al candidato del PRI, desde el púlpito mañanero mostró su enojo porque, argumentaba, repartía unos bonos de dinero a cambio de votos y eso estaba penado hasta por la Santa Sede, lloriqueaba el presidente. La FGR, como buen cátcher, entendió las líneas y las curvas y los screwbal y, para luego es tarde, porque donde manda capitán no gobiernan marinero, y saltó a la luz la investigación, que Alito Moreno, presidente del PRI nacional, llamó un distractor para que la gente volteé a ver a otro lado y deje el asunto del Metro, que les ha costado a presidencia, a Morena y a la Sheinbaum y a Ebrard, sangre, sudor y lágrimas.

 

LAS HIPOTESIS

 

Dante Alfonso Delgado Rannauro, pegó el grito, el dueño de Movimiento Ciudadano, hizo un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador a sacar las manos del proceso electoral y dedicarse a gobernar para resolver la tragedia de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México: “Le pedimos al presidente que saque las manos del proceso electoral y se abstenga de violar la legislación electoral que impide a los poderes públicos participar en procesos electorales. No hay nada que no sea la perversión política que impida que Samuel sea el futuro gobernador, no hay plan B, lo que le gusta a López Obrador es marcar agenda”.

Entran varias hipótesis. Se recuerda cuando Ricardo Anaya era candidato presidencial, y el tentón, tramposo y mañoso y corrupto Enrique Peña Nieto, le echó toda la caballería de la antigua PGR, lo que le hizo ir a declarar, en plena campaña presidencial, acompañado del jefe Diego, que iba de su abogado, le acusaban de una compra de bodega millonaria, que al final resultó pura mentira, pero eso hizo que el candidato perdiera varios puntos y eso mismo catapultó a AMLO a comerse todo el Congreso con su gran mayoría. De allí que siempre se habló de ese pacto que firmaron Peña Nieto y AMLO con tinta sangre del corazón, como cantaba Jaramillo. En las estrategias se buscan varias salidas.

 

UNO: si aquello prospera, los partidos políticos cambiarían de candidato, en esa emergencia.

DOS: El del PRI-PRD, puede solicitar asilo político a Estados Unidos y declararse político perseguido. Como ha ocurrido en otros países, y detonarle al presidente un escándalo mundial. Trasciende que el candidato de MC filtró una foto del candidato rival huyendo a Washington, Estados Unidos.

TRES: Cualquiera de esos dos candidatos de relevo, vencerían a la candidata de Morena, que va muy abajo en la cola y le llevan de ventaja 11 puntos. O sea, que ni por las malas se quedarán con esa gubernatura.

Así dicen Dante y Alejandro Cárdenas.

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