RUMBO AL PANTEON 

*De Kipling: “Dios no podía estar en todos lados y por tanto, hizo a las Madres”. Camelot.

 

RUMBO AL PANTEON

 

Presagiaba un día caluroso. Tomé la mugre autopista de Capufe, donde hay tramos que ya necesitan mantenimiento, pero como este gobierno no le da mantenimiento a nada, pues a persignarnos y a ver si llegamos sin incidentes. Vi en la orizabeña calle Real a un grupo de Rubí Márquez, candidata del PAN a la diputación local, Distrito 20, Orizaba; más tarde el candidato Juan Manuel Diez, en plena calle le pedaleaba saludando a taxistas y automovilistas civiles, quienes le decían a grito abierto que contara con su voto. El hombre que embelleció la ciudad y le cambio el rostro a esta Orizaba, va por su tercera vez en la alcaldía, la tercera ronda. Vi también el Volcán Pico de Orizaba, ahora sin el copo de nieve. Por la autopista va uno viendo a los vendedores de café que ya ofrecen el mango Manila y las piñas miel y los toritos, para quienes les gusta el chupe del alcohol. Habría calor, ya estaba el termómetro a 31 grados, terminando la autopista quebramos rumbo al aeropuerto. Iba al panteón a dejarle unas flores a mi madre y a mi padre, Gloria y Enrique, ahora que se avecina 10 de mayo. El panteón Jardín tenía a los cubeteros listos con sus bicicletas, donde transportan las cubetas de agua, para darle una limpiada a las tumbas. Una mujer lo hizo, mediante su propina. Antes llegué, para mi sombro, por la calle que lleva a J. B. Lobos, me dicen se llama Eje 1 poniente, está toda encementada con concreto hidráulico, que le puso el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, le dio otra presencia a esa zona, que era paupérrima y de pobres, como Tláhuac, y ahora los pobladores lucen orgullosos su pavimento de cemento, y los camiones de transporte público no andan a los brincos. Cuando un alcalde trabaja bien, ahí están los resultados, y no es comercial, cuidar por los que ofrecen las perlas de la virgen, bien decía el Barón Otto Von Bismark: “Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería”.

 

AL CAFÉ Y RESTAURANTE

 

Como cada 15 días, voy con mi hermano Enrique y el amigo que no es Rico (José Luis), primero a un café en Don Justo de Plaza Américas, donde allí saludé a un orizabeño que leía Notiver, y me lo mostraba, platicamos un rato y luego llegó el periodista Fidel Pérez, entonces hablamos un poco de periodismo, tenía tiempo no le veía. Entre el café y escoger dónde comer, nos fuimos con doña Amada, a La isla del amor, donde Gustavo nos atiende de primera. Un coctel de camarones, un chilpachole de jaiba, una mojarra frita y, al pie, siempre llega por los sábados un hombre que lleva queso de la Mixtequilla y para luego es pronto le compré dos kilos, de hebra y el jarocho, 90 pesos uno, 70 el otro, allí mismo pedí para llevar a mi aldea unos tamales de elote, de carne y bollitos, a 20 pesos cada uno porque, dice Gustavo, que el maíz ha subido. Turismo de comida, más noche al salir del café en Plaza Andamar encontré a unas jovencitas que vendían empanadas de guayaba, decían, hechas a mano en Tlacotalpan, y como Tlacotalpan es Pueblo Mágico y chingón, como Orizaba, y tienen fama de buena cocina, compré unas que le regalé a mi cuñada la Nena. Allí andábamos, entre el calor y el café de desenpance en Starbucks, donde apuntan tu nombre en un vasito, esperando diera el tiempo para llegar a ver al Canelo, que volvió a demostrar que mejora y mejora, un buen boxeador cuyo humanismo asombra, seguido apoya a peloncitos, niños con cáncer, y no solo les da el dinero para medicamentos, va con ellos y se toma la foto y los alienta. Conozco ese estadio AT&T, en Arlington, Texas, donde juegan los Vaqueros de Dallas, el más bello del mundo que, en su tiempo, costó mil 500 millones de dólares. Canelo metió a casi 79 mil personas, todo un record, y el dueño del estadio, Jerry Jones, allí estaba relajado y sonriendo sentado en primera fila, viendo al Canelo corretear al inglés. Las plazas comerciales, al igual que los restaurantes y la hotelería se ven ya con buen movimiento, atrás están quedando los días de esta maldita Pandemia, que le cambió el rostro al mundo y dejó mucha gente sin empleo, a darle duro para reactivar la economía maltrecha, gastar en la posibilidad de cada uno y que los empleos se sostengan, por el bien de Veracruz y del país. Felicidades a todas las Madres, en su Día.

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