Por: José Muñoz Cota
(In Memoriam)
Porque no cabe el mar entre los libros, se me escapa. Porque no cabe el mar entre mis manos, se me va. Tampoco cabe el mar en esta casa, con cuatro vigilantes por paredes, tampoco cabe el mar en esta casa.
Yo tuve del mar un retrato completo, antes de conocerlo. Es un mar triste, arrugado y viejo.
Por la frente le surcan barcos viejos y los piratas se le dibujan en la sangre.
A este mar que conserva el gesto fiero, le crece la soledad en cada ola.
Pero éste, mi mar, es un mar de romance. Alberga una gaviota en su costado izquierdo y por las noches enamora una estrella.
