MAÑANA EMBRUJADA 

*De Jefferson: “Prefiero prensa sin gobierno que gobierno sin prensa”. Camelot. 

 

MAÑANA EMBRUJADA 

 

Los tambores de guerra suenan, la piel delicada aflora, la elección de junio los trae inquietos, nerviosos, molestos, casi ni respiran, pero ces’t la vie, diría un francés como Lartigue, y cómo dijera aquel refrán. La bebes o la derramas. Y un brujo de mi pueblo me ha dicho siempre que, el que es buen gavilán no chilla. Ayer mismo en estas tardes de enclaustramiento por miedo al Covid y un poco aún con Vértigo, me fui a la tele y a los libros. Un amigo de España me ha traído tres libros, historia que les cuento más adelante. Apenas estoy comenzando a medio leer. Me mareaba como la Linda Blair del Exorcista, y mi cabeza daba vueltas como trompo. Vi las noticias y vi a los Yankees de Nueva York, que están para el arrastre, dilapidando su gloria de grandes peloteros. Pierden y pierden y no dejan de perder, como los peces en el rio. Aún no le entro a la serie de Luis Miguel, donde apenas vi una entrevista a la viuda del gran Hugo López, el argentino quien fue su representante y gente que conocí en aquellos años del 75, cuando me vendía a artistas y así pude traer a Roberto Carlos al Cinema Orizaba, y a algunos más, cuando andaba en ese bisnes de artistas. El chisme televisivo de un tentón macuarro candidato a gobernador, David Monreal, que le tocó el trasero (Glúteos, dicen los comunicadores), a una candidata a alcaldesa que, cuando sintió el piquete con el dedo, arqueó su cuerpo y llevó sus manos a ese trasero y el tentón cómo si nada. Mínimo era una expresión de: “Órale, cabrón”. Pero no pasó nada, la chamba es la chamba. 

 

LOS NOTICIEROS Y VACUNAS 

 

Por la noche puede ver los dos noticieros más vistos, el de Ciro Gómez Leyva y Denisse Mearker, que grabo ambos y les doy su repasada. Ayer corroboré por qué Ciro tiene el noticiero más visto y con gran credibilidad. Hubo un caso de un diputado federal de Morena, que presuntamente abusó de un menor en hotel de Ciudad de México. Ambas televisoras cubrieron el feo suceso, pero Ciro fue más allá, cuando comenzó a difundir una grabación del susodicho a la madre del menor, donde le pedía compasión, porque, decía: “Vas a terminar con mi vida y mi carrera”, y la señora le respondía: “Tú ibas a terminar con la vida de mi hijo”. Un culebrón que seguro brincará a los desafueros y a ser juzgado, con todo y que ofreció un billete a la mamá. Ciro se comió esa noticia. Otra, junto a David Páramo, el Padre del Análisis Superior (PAS) de las finanzas y números, hablaban de cuántos mexicanos se habrán inyectado en estados Unidos (calculan que 10 millones, entre los que allá viven y los que van de México) y Páramo les dio la razón, dijo que quienes pudieran fueran y, además, que los boletos de avión se encarecieron hasta las nubes. Muy cierto, tengo un amigo que se fue a vacunar allá, se metió al Internet y pidió su cita, se la dieron, se trepó a un avión y voló a la frontera y en una tienda Target, que son como las Wal-Mart, llegó a la hora, se sentó, presentó su licencia de manejar mexicana  y, va, pum, inyectado, le dieron su comprobante de haber sido vacunado y con solo las gracias a Papá Biden, aquello caminó. Otro me dijo que voló del Jara de Veracruz a Houston, pero por poco muere del susto, no por la turbulencia, no, porque el boleto del vuelo de United Airlines vale más de mil dólares, 24 mil pesotes, cuando ahora ir a España anda en la mitad, ida y vuelta. Otra amiga me dijo que cuando llegó con el de la migración, le preguntó a qué iban, dijeron que de compras y el otro se rio y le dijo: “¿Vienen a vacunarse, no?”. A Wilson, papá. 

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