ABRIL TOUR JAROCHA 

*De Ricardo Garibay: “Lo que ve el que vive”. Camelot. 

 

ABRIL TOUR JAROCHA

 

Después de un largo tiempo de reclusión por el temor al Covid y un poco más de un mes por el pinche Vértigo, que me traía más atarantado que a Salgado Maspedonio con su lio con el INE, o a Guzmán por la nieta que le acusó, por fin tomé la mugre autopista de Capufe, cara y mala. Iba a comida con mi hermano Enrique y el amigo que no es rico (José Luis), llegamos y la primera parada es en el café Don Justo de Plaza Américas, propiedad de la familia de Manolo Fernández, partimos y mi hermano me llevaba como guía de turistas a recordar como está el primer cuadro de la ciudad, el centro económico de antaño, antes que aparecieran las plazas comerciales. Independencia era como nuestra Quinta Avenida neoyorkina, recordamos los tres el lugar de Independencia cuando, solteros y con ilusiones, vivíamos en un piso céntrico y moderno de esa legendaria calle, a la que vimos que ahora le quitaron los balcones. Rolamos como una hora recordando todo, desde la primera Parroquia de Veracruz, hasta la parte donde la Marina tiene sus cotos de poder y su hospital, cruzamos el edificio que apenas se quemó y los estragos del humo aún se pueden ver, cuando los Bomberos llegaron a apagar ese incendio que amenazaba convertirse en algo más.

 

LAS BRUJAS DEL MAR

 

Vimos negocios cerrados por la maldita pandemia, cruzamos la Aduana y Correos con sus legendarios leones de estatuas. El Veracruz y Boca de sus grandes hoteles y restaurantes y sus torres departamentales. Una legendaria cantina, cerrada por la misma causa. El Gallo y Don Tino, y recordamos al querido e inolvidable locutor, Juan José Arredondo, cliente habitual que llevaba a los amigos a la botana. Antes, una vuelta por el bulevar de los Chikis, los dos Yunes que han sido alcaldes, Miguel Ángel y Fernando, que han embellecido Boca del Rio y Veracruz con trabajo eficiente, dejando las grillas para otro lado y, sorteando vientos y tempestades, porque el gobierno estatal, que solo sirve para estorbar, les han puesto piedras en el camino (Una piedra en el camino, me enseñó que mi destino era rodar y rodar), así le hacíamos, rodábamos por donde se pudiera. La parte de los ferrocarriles, que antes eran Nacionales de México y hoy quién sabe de quiénes son. Hablamos en lo que recorríamos el camino, del periodismo, de lo afortunada que es La Jornada, cuando les dieron 400 y pico de millones para que sobrevivieran, y del trabajo de todos los periódicos que aún sobreviven, pese a tanta competencia de las redes sociales y de lo caro del papel, y yo leo los mas que pueda, compro Notiver y Crónica Tierra Blanca y en mi aldea El Mundo y El Buen Tono. Paréntesis: (Crónica cumple esta semana 30 años de estar sirviendo diario a los terrablanquenses, día tras día con el esfuerzo de todos quienes allí trabajan, y con los voceadores que a la calle salen, no importando que la calor este a 44 grados y haya lluvia, y todos aquellos que han hecho que ese diario en la ciudad sea su guía para los asuntos citadinos, y me acordé cuando Jefferson dijo: “Prefiero prensa sin gobierno que gobierno sin prensa”). Y oro  y rezo por que haya larga vida a todos los periódicos, que aún dan batallas tempraneras como verdaderos paladines de la libertad de expresión, en un país donde el gobierno solo apapacha a sus consentidos y repudia a sus críticos.

Hacia buena calor, el termómetro estaba a 39 grados, una brisa del mar se sentía Y entonces pasamos al sitio llamado La Monumenta, frente al mar, que el gobierno municipal permitió que allí se quedara cuando el grupo de activistas, Las Brujas del Mar, cobraron notoriedad desde que fueron las precursoras para el paro nacional de mujeres en marzo, y apenas hace nada, por internet y las redes sociales, mostraron rostros de canijos presuntos candidatos que han sido señalados de acosadores o violadores y ese correo le dio la vuelta al mundo, originando que a uno de ellos lo bajaran del caballo, donde iba rumbo a una alcaldía o diputación. Bien por Las Brujas del Mar, tienen el reconocimiento de la población y se hizo bien de dejar allí expuesto ese llamado ‘La Monumenta’, donde se lee en su inscripción: “Ni una menos”. Larga vida a esas Brujas del Mar.

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