ILUMINACIONES

Por: José Muñoz Cota

(In Memoriam)

 

¿Quién que es, no se emocionó con la serena poesía de Amado Nervo? La vida no nos prometió la dicha permanente; no anunció el milagro de enjaular la eternidad en el espacio atormentado de un reloj. Jamás nos dijo que el infinito estaba emparedado en los muros de un calendario.

La vida es cónclave de perspectivas diferentes, cada una a la medida de las manos del hombre. Porque el hombre no vive como necesitante de las circunstancias. Es como el panadero que amasa la harina para el pan de cada día.

¡Qué peso de aburrimiento si el hombre fuera eterno y jugara rodando siempre el arco de lo infinito!

 

¡Vida, no estamos en paz. Me debes mucho todavía!