Mujeres: Pandemia acentúa la desigualdad

La activista e investigadora Estela Casados alertó que las violencias contra las mujeres se incrementan y agravan año con año

Xalapa, ver.-El grupo “Morras Organizadas de Xalapa” están convocando a una marcha y batucada feminista para mañana lunes 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, en las calles de la capital del Estado.

La cita para el inicio de la marcha es a las 12:30 horas del Teatro del Estado. De ahí partirán hacia el centro de la ciudad, piden a las participantes portar cubrebocas, gel antibacterial y guardar la sana distancia.

Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio”, señala la invitación a la marcha que dijeron, es apartidista, por lo que no se permitirá la presencia de varones.

Además, lanzaron una convocatoria artística en la Plaza Lerdo para realizar presentaciones al final de la marcha de danza, performance y música.

Asimismo, al finalizar la marcha, están anunciando una “Mercadita Xalapa” y explican que es una iniciativa colectiva para luchar contra la violencia económica que enfrentan las mujeres.

“Es autogestiva y requiere de la participación comprometida y sorora de todas. Por ello, compartimos contigo los siguientes lineamientos: Uso obligatorio de cubrebocas y sana distancia; te pedimos que lleves tu propio tapete o mesa; te sugerimos utilizar la menor cantidad de plástico; hazte cargo de la basura que generas; no comercialices objetos que reproduzcan el odio hacia nuestros cuerpos; lleva productos de limpieza que permitan protegernos del virus (gel antibacterial, desinfectante de superficies, etcétera)”.

La invitación dice que el horario de la mercadita será de 14:30 horas a 20:30 horas en la Plaza conocida también como Regina.

En aumento violencia contra las mujeres: Estela Casados

En víspera de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la activista e investigadora Estela Casados alertó que las violencias contra las mujeres se incrementan y agravan año con año. Aún más, “son infligidas a los cuerpos con mayor severidad y con efecto aleccionador brutal”.

En diálogo virtual, la coordinadora del Observatorio Universitario de Violencias Contra las Mujeres apuntó que el mensaje es claro: “Tú sabes que lo que le pasa a esta mujer te puede pasar a ti”.

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa


En ese sentido, puntualizó la importancia de reiterar por qué hay ira al momento de la defensa de la dignidad y los derechos humanos de las mujeres, por qué hay marchas y por qué se exige respeto.

De acuerdo con datos recabados por el espacio que coordina en la Universidad Veracruzana, dio a conocer que solo entre enero y febrero de 2021 han documentado 106 agresiones —físicas, sexuales, psicológicas, etc.— a mujeres en el estado de Veracruz.

Con base en las publicaciones en medios de comunicación, mencionó que han registrado también 93 casos de desaparición de mujeres, 15 homicidios y 15 asesinatos que muestran por lo menos una de las razones para ser tipificados como feminicidios.

Recordó que a estos datos les preceden las graves cifras oficiales de 2020, las cuales indican que hubo 940 feminicidios a nivel nacional, 84 de ellos ocurridos en Veracruz.

El fenómeno de la violencia contra las mujeres es histórico, es cultural, es de larga data y se nos ha salido de las manos también como sociedad”, manifestó en el conversatorio con las doctoras Harmida Rubio, Verónica Moreno y María Lilia Viveros.

Puntualizó además que no porque la misoginia se haya dado en las diferentes administraciones gubernamentales, en todos los niveles, se va a dejar de exigir un trabajo estratégico que salvaguarde la vida y la seguridad.

También, calificó como terrible que las mujeres sigan siendo agredidas, asesinadas, y en distintos espacios sean maltratadas, humilladas y menoscabadas en su quehacer.

Por otra parte, evidenció que no hay conocimiento profundo e informado de lo que hacen las diferentes instancias que permiten a las mujeres conocer sus derechos.

Llamó, más que a lamentar, a generar reflexión y conciencia, así como a entender y saber qué está pasando, porque como ya también es histórico, no hay nada que celebrar ni el 8 de marzo ni los días 25 de cada mes, cuando se conmemora el Día Naranja, un fecha para actuar y prevenir la violencia contra mujeres y niñas.

Autoridades borran de espacios públicos “paso de las mujeres” contra la violencia

La arquitecta Harmida Rubio declaró que en México y en otros países se manda a enmarcar el espacio donde ocurrió un hecho histórico, pero cuando las mujeres marchan por su dignidad y derechos, y hacen suyo el espacio público, esa huella se borra.

“No hay interés por mantener el paso de las mujeres y su acto revolucionario contra la violencia”, puntualizó en el encuentro virtual “Primero las mujeres y luego las paredes”, cuyo nombre surgió a partir del “hashtag” de la colectiva “Restauradoras con Glitter”.

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa

En la charla, especialistas en distintas disciplinas hablaron de la importancia de las demandas de las mujeres y las marchas feministas, así como de reflexionar acerca de cuál es la prioridad como sociedad.

Al hacer un breve recuento, la docente e investigadora de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana, Verónica Moreno, expuso que sorprende cómo las marchas en los últimos años han cobrado presencia y se han catalogado como radicales, sin tomar en cuenta su origen.

Apuntó que los procesos de transformación han significado enfrentamientos y que nada se ha logrado con diálogo o reuniones pacifistas.

Explicó que se sabe de marchas icónicas o de cuando se sale a las calles, cuando en la realidad también se dan los enfrentamientos cotidianos que viven mujeres en comunidades rurales e indígenas, así como al interior de diferentes instituciones, como la familia y la religión, por nombrar algunas.

Esto no ha sido una lucha tersa en ningún momento de la historia. Siempre ha sido un proceso de transformación que ha significado mover de manera radical la estructura”, dijo.

El feminismo, aseguró, es un movimiento social cuyo núcleo es la reivindicación de los derechos humanos de las mujeres y la posibilidad de generar mejores condiciones de vida.

Foto: Guadalupe Castillo | El Sol de Córdoba

“No busca privilegios de un grupo social como sí sucede con otros movimientos. La radicalidad es por el enojo, el hartazgo, por no encontrar un espacio donde nuestras existencias se desplieguen con respeto, dignidad y autonomía”, indicó.

Harmida Rubio añadió que quienes ponen “el grito en el cielo” cuando hay pintas o intervención de edificios, o de banquetas de lugares de la ciudad, deberían recordar la deuda histórica que hay con las mujeres, más que poner atención en las paredes.

Desde la arquitectura y el urbanismo, expresó que el reclamo es auténtico: “La ciudad es nuestra, somos más del 50 por ciento de la población en muchos municipios, pagamos impuestos… pero la ciudad nos es ajena, nos es hostil, salimos a las calles con miedo”.

Expuso que la ciudad no está pensada para las mujeres, está planeada desde otra óptica, y aunque desde 2016 en las leyes urbanísticas mexicanas ya se van transformando algunos instrumentos normativos, el proceso es muy lento.

La académica Estela Casados se refirió también a que a pesar de que hay avances, las nuevas generaciones continúan su vida en contextos violentos: “Nos siguen matando, nos gritan en los espacios académicos, nos siguen agarrando las nalgas, nos descalifican y a las jóvenes las cosifican en los ámbitos público y privado”.

Coincidió con las invitadas al diálogo en que existe crítica a las mujeres jóvenes que hacen pintas, a quienes se les dice que hay procesos para denunciar, que no son las formas, cuando ya han hecho todo y los caminos se han recorrido en repetidas ocasiones.

Ética

La abogada María Lilia Viveros manifestó que es en las marchas donde las mujeres se aglutinan y cierran filas para su proceso de reivindicación frente a la sociedad.

“Cualquier mujer realizaría exactamente ese acto de tomar el espacio público, de hablar, de gritar, de demandar, de denunciar, de pedir justicia y creo que ninguna de nosotras debería reprochar eso porque todas somos susceptibles de que en un momento determinado nos ocurra”, enfatizó.

La doctora expresó que el espacio público también es de las mujeres y llamó a quienes aún no comprenden la lucha, vean que las situaciones de violencia y de desigualdad de derechos siguen siendo una realidad.

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa

“Estos actos revolucionarios no son reprochables porque deben ser la máxima universal que cualquier grupo en estado de vulnerabilidad debe realizar”.

Con respecto a la doctrina feminista, explicó que se trata de una doctrina reivindicatoria de derechos, “no estamos hablando de nada extraordinario sino de derechos universales que desde el patriarcado fueron construidos y que poco a poco hemos ido quitando el velo para que también se nos reconozca como personas”.

Finalmente asentó que la progresividad de los derechos humanos de las mujeres no puede reducirse ni se debe dar un paso atrás en las conquistas de lo que políticamente se ha logrado construir y transformar.

Pandemia reveló la violencia que sufren las mujeres en el hogar y en el trabajo

Este año, la pandemia por el Covid-19 ha exacerbado la violencia contra las mujeres, pero además ha puesto en evidencia la situación de desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral y en las actividades que se desempeñan dentro del hogar derivado del confinamiento. Este 8 de marzo, vuelve a ser un recordatorio del trabajo que queda por hacer para hacer valer los derechos de este sector de la población históricamente vulnerado.

La directora del Instituto Municipal de las Mujeres Yadira Hidalgo González dijo que lo que se ha registrado en el último año respecto a la situación de las mujeres, ha sido todo un fenómeno por las diferentes maneras en que se comporta la violencia incluso en este tipo de situaciones extraordinarias.

“Se sabe que en las pandemias y en las emergencias mundiales, se pone a las mujeres y las niñas en un mayor riesgo de violencia porque de por sí ya mujeres y niñas son sectores que han sido puestos en situación de vulnerabilidad de por sí, en una situación de vulnerabilidad mundial, quedan en total indefensión y es ahí donde tenemos que salir las instituciones a hacer lo propio”, dijo.

Yadira Hidalgo González. Foto: Eduardo Murillo

Según los datos del Instituto Municipal de las Mujeres, desde que inició la pandemia por el Covid-19 a la fecha, los casos atendidos han incrementado; este año, se observa un aumento del 34 por ciento en el número de atenciones totales, respecto al 2020.

“Estos meses recientes que han empezado, enero y febrero, ya comparados con el 2020, tenemos un aumento del 34 por ciento de personas que nos buscan más para ser atendidos y eso en comparación con el 2019, hemos recibido un 151 por ciento más que en 2019, lo que quiere decir que hay un alza en las atenciones que hemos dado”, dijo.

Recordó que cada semana, a las usuarias que acuden al Instituto, se les pregunta si identifican un incremento por parte de la persona agresora durante la contingencia sanitaria por el Covid-19 y el 6 por ciento de las personas que se atienden responden que sí.

“Que ha habido un aumento y que se ha agravado con la pandemia. Hemos medido el tipo de violencias que atendemos, por ejemplo, de las atenciones que se ofrecen a mujeres víctimas de violencia de género, se identifican tres tipos de violencia más frecuente en la última semana de febrero que arrojan que 6 de cada 10 mujeres viven violencia psicológica, 3 de cada 10 sufren violencia física y una de cada 10, vive violencia económica”, detalló.

La titular del Centro de Estudios para la Igualdad de Género y Derechos Humanos (CEIGDH) Mónica Mendoza Madrigal dijo que la pandemia por el Covid-19 ha hecho más “honda y profunda” la desigualdad preexistente entre hombres y mujeres.

Foto: Eduardo Murillo | Diario de Xalapa


“No ha sido lo mismo hacer home office siendo mujer que siendo hombre, tener que ser estudiante o profesora en línea para las mujeres que, para los hombres, no ha sido lo mismo ser microempresaria y tratar de sobrevivir a la necesidad de generar ingresos para tu hogar y esto pone de manifiesto las enormes desigualdades que existen y que enfatizan que la violencia es también una forma de discriminación muy grande y que no solo es física, sino simbólica, institucional o política”.

Dijo que este año de contingencia sanitaria ha sido muy difícil porque se llegó a él en el punto más álgido de las expresiones públicas de un feminismo naciente, creciente, articulado, pero también diverso, plural y fortalecido.

“Y de pronto nos atraviesa la pandemia y pareciera que las mujeres nos guardamos todas y lo que hoy observamos es que, en realidad, gracias a esa fortaleza mostrada hace un año y sostenida a lo largo de todo este tiempo, es que hemos podido hacerle frente a la realidad que nos demostró de manera directa la pandemia que, al momento de volver a casa, para resguardarnos ante la emergencia sanitaria, encontramos lo que ya sabíamos”, dijo.

Por ejemplo, que los hogares, son también los espacios en los cuales se reproducen la mayor cantidad de las violencias cometidas en contra de las mujeres y las niñas, lo que trajo de vuelta a tener una convivencia directa con los principales violentadores.

“Esto ha sido un reto muy grande que ha costado vidas y ha costado mucho miedo en las mujeres que se han enfrentado nuevamente a esta convivencia con quienes más las agravia”, refirió.

Expuso que existe una lentitud en las respuestas a lo que ha ocurrido o ha sido insuficiente, lo cual llega a ser comprensible porque la magnitud de la problemática es “muy superior” a la capacidad de las instituciones para atenderla.

“Y quienes han entrado allí para poder generar muchas de las contenciones necesarias para evitar mayores daños son las mujeres de la sociedad civil organizada, esas que marcharon hace un año, han estado conteniendo a sus otras hermanas, colegas, hermanas, colegas, amigas para ayudarlas a sortear la gravedad de la violencia doméstica, esa es una de las realidades, quizá la más severa”, dijo.

Artistas hablaran sobre la brecha de género que hay en las orquestas sinfónicas

En la Orquesta Sinfónica de Xalapa, de 98 integrantes solo 19 son mujeres. Algunas de estas artistas están dispuestas a compartir sus experiencias y a hablar de la brecha de género en la escena orquestal, en conversatorio programado para el 8 de marzo a las 20:30 horas, el cual será transmitido por Facebook Live @OSXUV.

La charla que sostendrán tiene como título “Artistas, no musas”, retomando el escrito homónimo de Julia Viciana, quien, entre otros versos, enuncia: “No quiero ser tu musa/porque no quiero inspirar tu arte, sino crear el mío propio. No quiero susurrarte ideas,sino encontrar mi propia voz”.

Anamar García, quien tiene 10 años de ser violista en la OSX, cinco como interina y cinco ya con base, fungirá como moderadora del encuentro en el cual participarán instrumentistas y mujeres que trabajan en otras áreas.

Foto: Cortesía | @OSXUV


Aclara que no es que sea malo ser musa pero “sí es importante colocarse en un lugar de artistas y creadoras y no como un objeto de inspiración”. Las invitadas, dio a conocer, son Estela Cuervo, Daniela Derbez, Elsileny Olivares, Mireille López, Eugenia Espinales e Itzel Méndez, quienes además de lo ya mencionado, hablarán de sus trayectorias, anécdotas, referencias internacionales y de la participación de la mujer en la música.

La plática forma parte de las actividades con las cuales la Orquesta se suma a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y al movimiento que también otras agrupaciones efectúan en distintas partes del mundo para visibilizar el papel de las mujeres en el arte.

Foto: Cortesía | @OSXUV


Además de la charla, Anamar García adelanta que durante este mes, a través de las redes sociales de la OSX, compartirán información biográfica e imagen de las artistas y de quienes no se ven, pero desde las áreas de mercadotecnia y administración hacen funcionar a la Orquesta. Al rememorar un poco de lo que ha sido su camino en la música, la originaria de Durango compartió que ingresar a las filas de la Orquesta ha sido como un sueño. “Sabía del gran nivel que tiene y toda mi carrera, en la Facultad de Música de la UV, prácticamente no me perdía ningún concierto de la Sinfónica. No me imaginaba que algún día podría estar en la agrupación. Cuando entré fue un gran logro”.

Con información de Maribel Sánchez