*”Miénteme mas, que me hace tu maldad feliz”. Camelot.
GOBERNADOR MENTIROSO
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, abrió dos frentes de pelea, emulando a su patrón. El primero fue contra Televisa, sucede que en el noticiero matutino, muy visto en el país, la conductora, Danielle de Ithurbide, dijo que ‘el gobernador de Veracruz presumió que su gobierno tuvo el primer lugar en la innovación de la transparencia 2020, lo que es cierto que ellos mismos se dieron este premio a través del Observatorio veracruzano de Políticas Publicas’, y la conductora remató: ya se imaginaran las críticas en redes sociales. Luego bromeó. “Nos podemos dar el primer lugar al noticiero ¿quién lo decidió?, la producción de Despierta’. Moles. Se quedó caliente el gobernador y en su tuiter llamó a Televisa mentirosos. Dijo que es un jurado, donde no participa el gobierno del estado, y le puso una fila de organismos que lo conforman: la ONU, el Papa, Kamalucas, las garnachas de rinconada, la ASF, la CIA-KGB Y hasta los rusos de Putin y su vacuna. “Espero en la televisora lo aclaren en el mismo programa o queden como mentirosos”, reviró enojao el Cui. Ándale.
EL OTRO FRENTE
El otro frente lo abrió Cuitláhuac en contra del alcalde de Orizaba y futuro candidato a la diputación federal, Igor Rojí López. El alcalde ha dicho que va a comprar y a inyectar a 20 mil chayoteros contra el Covid. El góber lo llamó (El Mundo de Orizaba, 11 febrero-2021) mentiroso y que engaña a la población por andar en campaña: “Lamentamos que un alcalde de Veracruz mienta con esa facilidad”. Atrás quedaron los días en que todo era miel sobre hojuelas y derramaban la lágrima ambos, alcalde y gobernador y secretario de Gobierno, porque juntos la patria se rendía a sus pies. Tanto que Orizaba fue de los pocos ayuntamientos de oposición que entregó su alma al diablo, al votar a favor de Morena y del Gobierno, la Reforma Electoral, donde al gobernador lo podían revocar en su mandato. Aquellos eran días de gloria. Lo que es un hecho es que la vacuna le cuesta trabajo conseguirla al mismo gobierno federal, a duras penas anda mendingando por los rincones del mundo, para tenerla en sus manos. Y ni los gobernadores del país, que tienen suficiente capacidad económica y de contactos en el mundo, han dicho esta voz es mía y la tendremos en tal tiempo. Y remató Cuitláhuac que el proceso para comprarlas, fuera del esquema federal, será hasta fines del 2022 y que en ese año su gobierno también le entrará a algo de compra. El alcalde orizabeño jura que sí la tendrá, que habló con Biden y Obama y pronto lo hará con Putin, para que le vendan algunas, esas 20 mil que prometió, con eso podrá callar la boca al gobernador, su antiguo aliado. Dijo el alcalde en su Facebook: ‘el Municipio tiene 20 millones de pesos para comprarlas’ y exhibió documentos de Cofepris, donde solicitaban comprarlas’. Ok
EL TERCER PLEITO
A Héctor Aguilar Camín, que ya es cliente casi diario del presidente AMLO en las mañaneras, lo acusó que había dicho que la vacuna rusa solo se la podían poner los rusos, no los mexicanos. Ardió Troya, Aguilar Camín no se quedó con la afrenta y llamó mentiroso al presidente, en su columna en diario Milenio, es más, entró al aire con Ciro Gómez Leyva en radio y conminó al presidente a retractarse, por mentiroso. Un Pinocho en Palacio. Hasta ahí todo iba bien, era el pleito de dos pesos pesados, uno, presidente, el otro, intelectual y gran escritor. Pero a su esposa, Ángeles Mastretta, se le ocurrió meterse en una crítica a una inauguración de un banco del Bienestar, y fijo así el texto: “¡Qué espanto! Dinero y mal gusto. Peor imposible”. Le comenzaron a llegar los botts que, dicen los de enfrente, opera ya saben quién (Jesús Ramírez desde Palacio) despedazaron a la mujer, escritora intelectual. Muy groseros. Uno exhibió: “Qué espanto de miserables que vivían del erario como viles parásitos. Y por lo que se ve en su casa no tienen espejos. Par de vividores desvergonzados. Peor imposible”. Suele ocurrir cuando las mujeres irrumpen en ese tuiter donde se apuesta la vida y no se respeta al que gana. Así le ha ocurrido a la esposa del presidente AMLO y quizá por eso poco tuitea. Mas respeto, jóvenes, diría Cantinflas.
