EL PAISANO TERRABLANQUENSE 

*De Raúl del Pozo: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. Camelot. 

 

EL PAISANO TERRABLANQUENSE 

 

La mañana de ayer, de repente vi una llamada de un número de México. No suelo contestar los números que no conozco, mucho menos los de México, primero, porque muchos son de extorsiones, que sí tienen secuestrado a alguien, etcétera. Luego, otros tantos son de telefónicas o de bancos que te ofrecen la luna y las estrellas y los préstamos, pero no te dicen que hay que pagar, solo prestar. Y las letras chiquitas suelen acribillarte. Algunas mas ahora andan dizque encuestando para ponerte la vacuna, cuando ni siquiera logran decir de dónde llaman. Y las vacunas, apurado andan viendo las rusas, que no llegan. Habilones que viven la vida a través de los teléfonos y las estafas y las extorsiones, en este México de pandemia. El amigo de teléfono desconocido, me mandó un WhatsApp y entablamos plática. Era Rafael Montenegro Godínez, de la afamada familia terrablanquense de los Montenegro, todos gente buena. Me comentaba que leyó la columna mía de Los Ángeles Negros y Germaín de la Fuente, y me dio razones. Sucede que emigró como muchos de nosotros del pueblo, allá por los años 68, y desde hace 15 años tiene un exitoso y bien montado bar en Ciudad de México, ahora cerrado momentáneamente por la pandemia, llamado El Mirador, en Puente de Alvarado, un bar de ambiente jarocho con comida internacional, y con 34 empleados que ahora están en espera de que abran las prohibiciones. Resulta que hace tiempo tuvo a un imitador de Germaín, que por cierto había muy buenos imitadores de ese cantante, y que cuando la gente lo escuchaba, sin verlo, juraban por la virgen de Tierra Blanca que era el mismo cantante, ese chileno que nació en 1946 y por allí debe andar cantando. Le aseguré que yo también había oído a dos o tres de esos imitadores, y eran buenísimos. Y nos despedimos en una llamada mañanera, deseándole que pronto abran el restaurante bar, para que esos empleados puedan trabajar. 

 

CUANDO LOS JOVENES DELINQUEN 

 

Doloroso lo que está ocurriendo esta zona de las altas montañas. No nos salvamos de los incidentes penosos y peligrosos: levantones, secuestros, ajusticiados, cadáveres tirados en las banquetas, cuando no es que liquidaron a mansalva a alguien, sorprende encontrar un caso que ayer salió publicado en los diarios locales. Sucede que dos jóvenes, uno de 19 y otro de 21 años, desde Rio Blanco, hace unos cuatro meses secuestraron a un empresario del ramo de mueblería. Estos chacales lo levantaron en septiembre del año pasado, pidieron un rescate de 5 millones de pesos y, como no había, dejaron de llamar, hasta que en enero se les ocurrió hacer otra llamada, cuando a ese empresario ya lo habían asesinado y enterrado en el patio de una casa. Cuando iban dizque a entregar el rescate, la Fiscalía de Unidad Antisecuestros de Córdoba, los atrapó y confesaron todo, los dos jóvenes, uno de Orizaba y el otro de Rafael Delgado, les esperan unos 70 años en la cárcel. Hubo otro caso que asolaba a la gente de La Perla, otro chamaco rufián, de 19 años, asaltaba a mansalva y tenía aterrorizado al pueblo. Hace unos días los polis le hicieron el alto y, como en la película de los sheriffes, se trenzó a balazos y mató a un policía antes de que a él lo liquidaran. La Perla ahora respira con tranquilidad. Jóvenes que desvían el camino, viven rápido con dinero, pero muy poco tiempo para contarlo y disfrutarlo. Es quizá por eso que los sociólogos y la gente del gobierno, hacen un llamado a los padres de familia, para que cuiden el comportamiento de sus hijos, si los ven llegar con dinero, alertarse; si con malas compañías, tratar de alejarlos.  

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