¿POR QUÉ SE EMPEÑAN EN MULTIPLICAR LAS CERCAS?

POR: JOSÉ MUÑOZ COTA

(In Memoriam)

El mundo es ancho, pero mío, Tan mío como tuyo. Es nuestro. ¿Por qué se empeñan en levantar cercas para impedirme la comunión con el paisaje?

¡Esta manía de albañil que multiplica muros y más muros para impedirme el paso libre y la mirada abierta, esta manía de inventar fronteras y leyes aduanales!

Todo está sujeto a tributos aduanales: el cielo, los árboles, los ríos, el mar, hasta el mar que es, en su cátedra esencial, constantemente libertario.

Hay cercas legales para separar a los hombres de los hombres. Con el pretexto de las clases -la sociedad subdividida en clases- los hombres se fragmenta y ya no son, actualmente, sino fracciones de hombre, partículas de humanidad con un número, el número de un carnet en el alma.

¿No pertenece usted a un partido? ¿Cómo puede usted olvidar la disciplina del partido?

Porque el partido ha dispuesto que el cielo en la URSS es más cielo, es cielo proletario, y en los Estados Unidos de Norteamérica, ahí, sobre las fábricas, es un cielo imperialista.

La dictadura del proletariado pinta las cosas con su color y lo mismo sucede con el imperialismo capitalista, tiñe las cosas a su semejanza, como en el primer día de la creación de las cosas se coloraron del color de la Biblia.

Yo quiero que las cosas se hagan a semejanza del hombre, que tengan el espíritu del hombre y no que el hombre se someta al espíritu de las cosas.

¡Tendremos que hacer una nueva revolución, la revolución contra el imperialismo de las cosas! ¡La Marsellesa contra las máquinas, hasta que los hombres recuperen la libertad perdida!

En la libertad reconquistada, tal vez, probablemente, esté la vuelta de la única hija pródiga: la Justicia, el reencuentro con el paraíso perdido.

Estamos abogando por la amistad del hombre con la máquina. Nos encaminamos hacia la solidaridad del ser humano con la naturaleza, con la íntima naturaleza de las cosas al servicio de la humanidad.