LOS REYES LLEGARON / Gilberto Haaz

*Y cuando despertaron, ya eran candidatos.  Camelot. 

LOS REYES LLEGARON 

Como si fueran Melchor y Gaspar y Baltazar, los Reyes llegan con precandidaturas en la mano. No vienen de Oriente, vienen de las sedes de los partidos políticos, donde el enterado periodista, Arturo Reyes Isidoro, anuncia que el PRI nacional, léase Alito y compañía, han registrado como candidatos a las diputaciones federales, por mayoría relativa, a la doctora Nereyda Santos Hernández, que tienen nombre de danzón, Nereidas, pero no lo baila, le gusta la política. Va por el Distrito 12 de Coatzacoalcos. Se acuerdan de Adolfo Mota Hernández, que fue secretario de Educación con Javier Duarte de Ochoa, pues él va por el Distrito 8 de Xalapa rural, y el hijo del profesor y exalcalde, Américo Zúñiga Martínez, por el Distrito 10 de Xalapa, todos estos en Alianza (PRI/PAN/PRD), Dante de MC no quiso, se va por la libre, dice. Se menciona que también se está registrando el alcalde de Orizaba, Igor Roji López, postulado para el Distrito 15. Pepe Yunes Zorrilla iría como candidato plurinominal, que se la regaló Alejandro Malito, presidente nacional, en preparación a la candidatura a gobernador, cuando llegue la hora. Cuenta Arturo Reyes Isidoro, que Nereyda es una posición de Fidel Herrera Beltrán, Adolfo y Américo llegan por invitación directa de Alito, conocido también como Malito, y Roji llega con el padrinazgo del ex alcalde Juan Manuel Diez Francos y del dirigente estatal Marlon Ramírez Marín. Trascendía también que el político y dueño de Los Tiburones Rojos del Veracruz, Fidel Kuri Grajales, venía a registrarse a esa contienda. En la Cuenca, Cosamaloapan, suena fuerte el nombre de Javier Herrera Borunda, en Alianza PVEM/Morena, para la diputación federal. O sea, hagan sus apuestas y cierren las puertas. 

 LA OTRA NOTA 

 La otra nota que sobresalió ayer en este tiempo de Pandemia, fue que el presidente del PAN estatal, Joaquín Rosendo Guzmán, el Chapito, anunció que el PAN va solo en 20 alcaldías para las municipales, y entre esos municipios se incluye a Orizaba. Lo que aquí se supone se verán la cara varios candidatos, aquí no hay alianza como la federal. Por un lado, se abren las puertas a Alejandro Zairick Morante y a Mari Carmen Escudero Fabre, por el PAN, y por el PRI apuestan doble contra sencillo que van con Juan Manuel Diez Francos, el dos veces alcalde de Orizaba, que va por la tercera ronda, que las rondas a veces son buenas. De Morena aun no brotan los presuntos candidatos, pero se habla de una mujer para la alcaldía de Orizaba. Dante y su MC son un misterio, como Alfred Hitchcok.  

 QUIOBO, PINCHE NEGRO 

 Ahora en el mundo llamar negro a un negro es satanizado y penalizado. Apenas se arma la tremolina -como cuando llegas a Madrid-, cuando un árbitro europeo llamó negro a un jugador. Dijo este árbitro que en Rumania llamar negro a alguien negro no era peyorativo.  En su libro de Barack Obama, Una tierra prometida, el ex presidente suele emplear la palabra negro en muchas páginas y no pasa nada, ah pero que no lo diga uno que no es negro, porque arde Roma. En la Cuenca solían decir de saludo, a morenos que no eran negros. “Quiobo, pinche negro”, y no pasaba nada. Ahora otro futbolista, Cavanni, llamó negrito a un amigo y se armó un sanquintin. El 23 de diciembre, se montó también una escandalera después de que el uruguayo Edinson Cavani, del Manchester United, llamara “negrito” en Twitter a un amigo suyo: “Gracias, negrito”, le dijo en respuesta a una felicitación por la última victoria. Y la Asociación de Fútbol inglesa le abrió a Cavani un expediente por racismo que concluyó el jueves 31 con una sanción de tres partidos sin jugar. No les importó que la Academia Argentina se apresurase a explicar que en el español rioplatense (como en Cuba y Puerto Rico) las voces “negro” y “negrito” poseen “un claro sentido afectivo, por completo exento de cualquier matiz discriminador o racista”. Lo sabe cualquiera que haya oído salsa: “mi negro” y “mi negra” aparecen con frecuencia en contextos cariñosos; incluso muy cariñosos. En fin, black is black, diría una canción. 

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