El «priismo», como adjetivo

“El priista Arturo Montiel me golpeó”, aseguró en un video el hijo de Lupita de Alessio en un video transmitido por las redes, es asunto de barandilla del cual ya poco se sabe; sin embargo, queda la interrogante ¿por qué interponer el sustantivo “priismo” como un adjetivo calificativo? El PRI gobernó consecutivamente este país desde su creación en 1946 hasta el 2000 y se reinstauró en la presidencia nuevamente de 2012 a 2018, con lamentables resultados y desigualdades sociales acumuladas, su larga estadía en el ejercicio del poder explica el desgaste sufrido que repercute directamente a su partido, el PRI. Ha sido penetrante la campaña que atribuye al PRI todos los males de este país y su imagen se asocia a lo peor de la política, es el resultado de una operación recalcitrante, altamente polarizadora, usada como estrategia política para eliminar a un adversario que en sus mejores tiempos demostró elevada capacidad de respuesta. Pero todo por servir se acaba