EL TIEMPO QUE SE TERMINA (CEAPP) / Gilberto Haaz

*En lo pasado está la historia del futuro. Camelot.  

 

EL TIEMPO QUE SE TERMINA (CEAPP)

 

Ha terminado un ciclo para quienes conformamos por un tiempo la Comisión Estatal para la Atención y Protección para los Periodistas en Veracruz. Invitados por el gobierno del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, tomamos protesta ante el Congreso de Veracruz, hace cuatro años, en 2016. Llegábamos unos Comisionados, sin conocernos, a conformar ese plantel de Protección a Periodistas. Todos, comunicadores muy reconocidos. Hubo de todo, días difíciles con periodistas caídos, con otros amenazados a quienes se les buscó reubicación, con un esquema complicado donde se atendió a la gran mayoría en la secrecía para su protección. Tuvimos trato con dos gobiernos, con el anterior que nos invitó, y con el actual del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. De los dos contamos con el apoyo de las fiscalías y el área de Seguridad Pública, para brindar apoyo a comunicadores. No hay queja en ello. Tuvimos libertad como organismo independiente y la ejercimos para hacer el trabajo lo mejor que se podía. Pero a toda encomienda le llega su tiempo y el nuestro de partir llegó. Nos vamos con la satisfacción de que los organismos fiscalizadores dieron el visto bueno al trabajo de la Comisión.  Conformamos una gran relación de amistad. Nos vamos con la consigna del deber cumplido. Y entre nosotros forjamos una alianza de compañerismo y respeto y amistad. Con el Congreso mantuvimos buenas relaciones, con la diputada María Josefina Gamboa Torales, que preside en ese Congreso la Atención y Protección de Periodistas. A todos los colegas mi agradecimiento personal, a la presidente, Ana Laura Pérez Mendoza, al secretario ejecutivo, Jorge Morales Vázquez, por el arduo trabajo que desarrollaron desde esas oficinas jalapeñas, lidiando vientos y tempestades; a los Comisionados: Arturo Reyes Isidoro, Sayda Gisela Chiñas Córdova, Silverio Quevedo Elox, Luis Alberto Romero Herrera y Pedro Alberto Díaz Cruz. Igual el reconocimiento a todos los trabadores de esa Comisión, todos ellos brindaron lo mejor de su tiempo en apoyo a los periodistas, gente de trabajo que allí les pasaban las horas del día y de la noche para atender los asuntos urgentes. Partimos con el deber cumplido y con la honrosa distinción del Orfis, que cada que auditó a esa Comisión salía aprobada. Un buen trabajo con eficiencia y honradez.  Este día 18 de diciembre, dejamos de ser servidores públicos, a quienes lleguen que tengan suerte y éxito y desarrollen su trabajo en protección a la gente amenazada del gremio. Felicidades.

 

UNA DE BORGES (ALEJANDRO MAGNO)

 

“Alejandro no murió en Babilonia a los treinta y tres años. Se apartó de su ejército y vagó por desiertos y selvas. Un día divisó una claridad. Esa claridad era la de una fogata. La rodeaban guerreros de tez amarilla y ojos oblicuos. No lo reconocieron, pero le dieron acogida. Como esencialmente era un soldado, participó en batallas en una geografía del todo ignorada por él. Era un soldado: no le importaban las causas y estaba listo a morir. Pasaron los años, él se había olvidado de todo y llegó un día en que se pagó a las tropas y entre las monedas había una que lo inquietó. La retuvo en la palma de la mano y dijo: “Eres un hombre viejo; ésta es la medalla que hice acuñar para la victoria de Arbela cuando yo era Alejandro de Macedonia”. Recobró en ese momento su pasado y volvió a ser un mercenario tártaro o chino o lo que fuere”.

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