LAS VACUNAS POLITIZADAS / Gilberto Haaz

*Y cuando despertaron, Gatell seguía mandando. Camelot.  

 

LAS VACUNAS POLITIZADAS

 

El líder de la pandemia, el controvertido enterrador Hugo López Gatell, como si tuviera el mundo a sus pies, ha declarado tajantemente, violentando todas las autonomías republicanas y los pactos federalistas, que ningún gobierno del estado del país podrá adquirir, comprar y distribuir la vacuna Covid 19 Pfizer, el gran enterrador tronó en contra de todos los mexicanos, porque si tuviera un poquita de sapiencia, que no de madre, debería alentar a que los gobiernos de los Estados compren y vacunen a los suyos, los mas que puedan porque, en México al paso que vamos nos llevaremos todo el año vacunando, pues las compras que anuncia Marcelo Ebrard, apenas si alcanzan para unos poquitos. No tenemos la capacidad económica como en Estados Unidos, donde el llorón y derrotado Donald Trump anunció ya la compra de 100 millones de vacunas. Es muy cierto que las regulaciones de Salud son federales, y que la llamada Cofepris regula todo eso, pero no tendría nada de malo que gobernadores, como el de Jalisco, que quiere comprar para vacunar a su pueblo, lo puedan hacer. Además, en tiempos de elecciones brota una duda, se piensa que los estados de la Alianza de oposición serán los últimos donde se envíe la vacuna, eso dicen los mal pensados. Ah que Gatell, tan lejos de Dios y tan cerca del infortunio. La historia juzgará a este hombre a su debido tiempo, cuando pierdan el poder absoluto que detentan. Sin olvidar que el poder, cuando es absoluto, corrompe absolutamente, decía Kamalucas, un filósofo de mi pueblo. Quizá por eso, el presidente nacional del PAN pidió nombrar un Zar de Vacunación, para que así se pueda distribuir sin criterios políticos ni partidistas. Ahora viene otra batalla que librarán los partidos políticos y la población se sumergirá en más de 113 mil muertos, en más números de caídos por ese maldito virus.

 

POR LOS QUE SE FUERON

 

En estos días que la sensibilidad nos acecha, que nos llega el temor por todos lados, que recordamos a quienes se fueron, a quienes por la pandemia abandonaron este valle de lágrimas, quizá, como suele decirse, para entrar a una mejor vida, a la casa del Señor, donde solo reina la paz y la vida apacible y el alma viaja tan rápido, que seguro la gente buena ya está a su lado, en eso que llaman paraíso celestial. Todos conocimos de algún conocido o familiar que murió por la pandemia, todos sabemos dolorosamente de los viejecitos que se fueron sin poder despedirse ni de su familia ni de sus nietos queridos. De los padres que dejaron hijos huérfanos. Por aquellos que un día fueron y hoy no son, por el olvido que seremos, por los tiempos cuando se llega al final de nuestras vidas y tenemos que dejar esta tierra, con dolor para las familias, pero con el aliciente de ellos de saber que se encaminaron a un mejor mundo. Por todos aquellos trabajadores del sector salud, que dejaron su vida por aliviar la de otros. Por médicos, enfermeras, afanadores, gente de la limpieza, que fueron los primeros caídos en estos días aciagos y de infortunios. A todos ellos, en este mes Guadalupano, se los encomendamos a la Santa Madre de Guadalupe, para que los tenga en sus manos y en su vida. Te lo pedimos, Santa María de Guadalupe. Como aquella hermosa mañana que la Guadalupana bajó al Tepeyac.

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