Para el próximo año, el grupo de entre 15 y 20 jubiladas tienen el proyecto de una nueva publicación, así como involucrarse más con la sociedad
Xalapa, Ver.- Al jubilarse en 2010 del magisterio veracruzano, sin mayor proyecto personal, pero con la pregunta de qué hacer en su tiempo libre, la maestra Olga Idalia Smith Horruitinier se fue cuestionando qué hacen los jubilados con su tiempo y como no encontró información desde la propia experiencia de éstos, la generó, por lo que hoy se puede consultar el libro “Que el sol salga por donde quiera”. También editaron “De los sueños a la libertad”.
Convocó a un grupo de jubiladas que contaran su experiencia, así en octubre de 2011 inició el grupo a través del que han compartido su amor por la lectura, la escritura y la literatura.
Hoy han retomado sus reuniones presenciales sólo 4 o 5 personas, las más vulnerables siguen compartiendo sus escritos sobre lo que les ha tocado vivir en estos meses en su plataforma.
Para el próximo año, el grupo de entre 15 y 20 jubiladas tienen el proyecto de una nueva publicación, así como involucrarse más con la sociedad, pues en coordinación con el cronista de la ciudad Vicente Espino Jara tienen planeado poner fichas en las calles con datos sobre los personajes que les dan nombre; así como abrirse a otros grupos de jubilados para tener un intercambio de actividades.
El grupo les ha permitido reconocerse y tomar en cuenta que al ser personas mayores deben hacerse cargo de sí mismas a través de actividades que realizan en común como su crecimiento, envejecimiento e independencia, lo que les permite asistir a conciertos, obras de teatro, presentaciones de libros, que después comentan en el grupo.
Los temas que han abordado les ha permitido soltar, perdonar, disculparse con personas a las que pensaron les habían faltado o con las que no supieron cómo decirles cuánto les aman, lo que han podido hacer gracias a la escritura que es liberadora.
Siempre están en la búsqueda de temas que les provoquen, que les hagan crecer como personas, y que les permitan reconocer su capacidad de aceptación, comprensión del proceso de vida.
A través de compartir la lectura, la literatura, han aprendido a escribir con libertad, a soltar sentimientos inimaginables, pero sobre todo a vivirlo entre iguales para replantearse cómo vivir su tiempo, que es lo único que tienen.