Aprovechan cuarentena y avanza granja, pese a oposición de pueblo

El Comité por el Bienestar y Defensa Ambiental de Los Atlixcos señala que los responsables de la obra aprovechan el aislamiento preventivo por el coronavirus y continúan con su construcción, pues a causa de la cuarentena la población no puede reunirse ni realizar protestas masivas

Alto Lucero, Ver.- Habitantes de Los Atlixcos exigen la intervención de las autoridades ambientales, del estado y de la federación, para frenar definitivamente la construcción de una granja avícola cercana a su comunidad, propiedad de la empresa Pilgrims, tras insistir que atenta contra su salud y daña la naturaleza.

Los también integrantes del Comité por el Bienestar y Defensa Ambiental de Los Atlixcos, Jose Cruz Domínguez y Cristina Reyes Domínguez, señalaron que los responsables de la obra aprovechan el aislamiento preventivo por coronavirus para continuar con la construcción, pues a causa de la cuarentena la población no puede reunirse ni realizar protestas masivas.

Foto: Cortesía | José Cruz Domínguez

En entrevista sostuvieron que la constructora expone a los trabajadores a posibles contagios, pues además de que realizan actividades en grupo, diariamente les brinda traslados en camionetas de batea, donde viajan apilados, sin las medidas de sanidad recomendadas para prevenir el Covid-19.

La granja, situada a unos 600 metros del poblado, cuenta con diez galerones habilitados, de un total de 30 que tiene proyectados, por lo que no descartan que dentro de algunos días comience a operar.

Según ellos, durante casi todo el día pasan pipas con agua y tráileres para abastecer la obra, lo que incluso puede dañar parte del tramo carretero que lleva a Santa Anna y que forma parte de la ruta Norte 3 del Programa de Emergencia Radiológico Externo (PERE).

Sobre el mismo tramo carretero, a unos seis kilómetros, opera otra granja también de la misma empresa, por lo que insisten en que los daños ambientales pueden ser graves incluso en los poblados Mata Verde, Altamirano, Villa Candelaria, El Habra y Tecuán.

OBRA REINICIÓ EN DICIEMBRE

Recordaron que el 14 de noviembre de 2019 la Procuraduría del Medio Ambiente (PMA) colocó sellos de clausura, porque (según ellos) la empresa carece de permisos y del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA); la clausura era por 30 días, pero el 11 de diciembre de ese año “los sellos fueron retirados y ninguna autoridad ha dado a conocer la condición legal de la situación”, señalaron.

También dijeron que se ha presentado personal de la Secretaría de Salud, para evaluar los riesgos que podría enfrentar la población por la posible contaminación del agua y del aire a causa de los desechos de la empresa una vez en operación, pero los resultados de los estudios no se han dado a conocer.

Los inconformes exigen a las autoridades detener la obra de manera definitiva, pues además aseguran que desviaron el cauce de un arroyo que llegaba a la presa de Los Atlixcos.

TRABAJOS, DESDE TEMPRANO

Durante un recorrido realizado se pudo ver a trabajadores realizando diversas actividades en las obras de las granjas. Basta con detenerse a orilla de la carretera para ver la maquinaria en funcionamiento y a obreros distribuidos en diversas actividades.

La entrada de las unidades de carga es vigilada celosamente por dos hombres y se encuentra entre dos curvas, lo que aumenta el riesgo de accidentes, dijeron los vecinos