MARTES DE PELICULAS  / Gilberto Haaz

*El cine te lleva a otros derroteros. Camelot.   

 

MARTES DE PELICULAS

 

En el semi confinamiento, entre que estás que sales y sales y no has salido, cuidándote del jodido virus, de los contagios y de los rebrotes, uno puede encender la tele de Netflix y ver algunas series. Ahora vi unas esta noche en que los votos se cuentan y cada voto es una puñalada trapera (la puñalada, que me diste fue trapera, diría Amalia Mendoza, la Tariacuri) a míster Trump, al que los votantes le cantaron las golondrinas porque, ya los tenia harto con su racismo y su forma de gobernar enfrentando a los americanos, los hunos contra los hotros, como dijera Unamuno.

 

EL GAMBITO DE DAMAS

 

El ajedrez es un juego entre dos contrincantes en el que cada uno dispone de 16 piezas móviles que se colocan sobre un tablero, ? dividido en 64 casillas. Fue inventado por un chino, en el año 200 A.C. y fue usado como una estrategia para un combate de guerra. Para quienes lo jugamos y conocemos, es deslumbrante, infinito, uno puede quedarse horas, si se permitiera, mirando el tablero para hacer la siguiente jugada. Los campeones mundiales son los rusos. La miniserie, que estrenó Netflix, llamada ‘Gambito de damas’, es una apertura de ajedrez, narra la historia de una niña que quedó huérfana, al morir su madre en accidente de auto, y en su lugar de recogimiento, un asilo o casa hogar, aprende con el intendente a jugar ajedrez, a sus 11 años. De allí la jovencita comienza a ganar juegos múltiples, le comienzan a prestar libros para conocer las jugadas y hasta las grandes ligas, cuando juega y vence a los rusos en su casa. Es una película ficción, porque no hay mujer ganadora de ningún campeonato, pero empodera a las feministas. Evoca a los grandes como Capa Blanca, cubano gran maestro. Una escena me recordó a Miami, cuando en la Pequeña Habana, en la calle 8 donde viven los cubanos, un grupo de viejos juega el ajedrez casi en la calle, volteando a ver a su añorada isla amada, que está a 228 millas. Así termina el filme de la mujer ganadora. Me gustó, y me acordé que tengo en fila el libro del Gran Maestro Bobby Fischer (Chicago, Illinois; 9 de marzo de 1943 – Reikiavik, Islandia; 17 de enero de 2008), a quien releeré, cuando él y soviético Boris Spassky celebraron el llamado juego del siglo, cuando intervino la política y Henry Kissinger alentaba al americano nacido en Chicago y fallecido en Islandia. Netflix también tiene en su biblioteca una película de Bobby Fisher.

 

LAS OTRAS DOS

 

Las otras dos cintas, ya no son miniseries, una es la del gran Denzel Washington, ganador del Oscar. Un abogado en apuros. Román J. Israel es un abogado idealista que ha dedicado su carrera al activismo. Después de morir su jefe, se une a otro bufete de abogados, donde experimenta una crisis moral cuando tiene que defender a un joven acusado de homicidio. No es cosa del otro mundo, pero para lidiar la pandemia aguanta ver la actuación de Denzel Washington, uno de los grandes de Hollywood.

El tercero en la lista es un documental sobre el tenista Guillermo Vilas. Llamado ‘Vilas contra la ATP’, narra la historia del jugador argentino, quien en ese ranking mundial de tenistas, siempre le escamotearon ser el número uno de los años en que ganaba todo. Un periodista argentino recoge todas las evidencias mediante ayuda de aficionados y aprovechando las redes sociales, para demostrarle a la ATP que estuvieron equivocados en un año de aquellos 70s., cuando el argentino ganó 4 torneos Grand Slam y le birlaron el número uno, dándolo a Connors y Bjon Borg y a algunos otros. Buen documental, emotivo. El cariño que logran atrapar Vilas y el periodista, quien al paso de los años le fue desconocido su premio, pero la lucha sigue.

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