Ante ello, la última reforma al Código Electoral del Estado permite al Organismo Público Local Electoral (OPLE) reciclar material que se usó en elecciones anteriores y evitar que se gaste en ello, o bien venderlo para que el dinero recaudado sea remitido a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
En 2018 el ranking de los estados que invirtieron el mayor número de recursos en la compra de urnas, caja de paquetes electorales, marcadores de credencial de boletas, mamparas, líquido indeleble, entre otros artículos son: Veracruz, con 141 millones de pesos; Jalisco, 110 millones; Nuevo León, 80 millones de pesos; Puebla, 48 millones; Guanajuato, 43 millones; Estado de México, 27 millones, y la Ciudad de México, 7 millones de pesos.
En lo que respecta al gasto para la compra de material electoral, Veracruz es la tercera entidad con el costo más alto por elector, con 5.01 pesos, indica el reporte.
Dicha lista la encabezan: Nuevo León con 17 pesos por votante, Puebla con 7.79 pesos, el Estado de México con 5.59 pesos, Guanajuato con 5.44 pesos, Jalisco con 5.43 pesos y la Ciudad de México con 3.50 pesos.
La documentación electoral incluye boletas, actas de la jornada electoral, actas de escrutinio y cómputo, hojas de incidentes y guías para la clasificación del voto entre otras.
En los mismos datos se refiere que el OPLE gastó 141 millones de pesos en la compra de paquetería y papelería electoral.
En los comicios a desarrollarse el próximo año se renovarán mil 56 cargos municipales, 212 alcaldías, igual número de sindicaturas y 632 regidurías, además de que se elegirán 30 diputados locales y se asignarán otras 20 curules por la vía plurinominal, que se define por el número de votos que obtenga cada partido en las urnas.