Si bien es cierta la premisa “gobernar es administrar”, este último elemento da la clave para la interrogante ¿qué se administra? Obviamente el recurso disponible para la implementación de políticas públicas orientadas al crecimiento y desarrollo económico y social. ¿El gobierno veracruzano ha cumplido en términos de un presupuesto cercano a los 100 mil millones de pesos? A ojo de buen cubero la respuesta es no, a juzgar por los pírricos resultados de una gestión de gobierno hasta ahora con calidad de invisible. Obviamente, la pandemia sanitaria alteró la normalidad de las circunstancias, pero aún la estrategia para enfrentar la pandemia ha fallado, si nos atenemos al elevado número de defunciones, y a la percepción social de desconfianza hacia las instituciones ´públicas de salud. Se ha “ahorrado”, dice el gobernador Cuitláhuac García, buena señal sin duda, solo que en el escenario de la realidad social no se refleja absolutamente nada. Pero, además, si ha ahorrado ¿para qué pide prestado?