No se sabe si el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, se fue por la libre o llevaba consigna de su jefe para señalar a la inversión privada como motor indispensable para salir de la crisis económica a través de una política sin barreras al capital productivo, tal como lo señaló en la Reunión del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional Agropecuario (CNA). Más ahora que el Sector Público enfrenta serios problemas presupuestales y se destina el 13 por ciento de la asignación presupuestal a los proyectos estratégicos del gobierno. Fue enfático: “… hay que tener un gabinete que tenga una orientación a cero barreras a la inversión”, pues la inversión privada “es la única esperanza para crecer en este país…”. ¿Kamikaze? Ya se verá si lo desmienten o no.