La verdad es que felicitamos al gobierno del estado, al señor gobernador, Cuitláhuac García y al delegado federal, Manuel Huerta, que andan en chinga llevando árboles para reforestar a nuestra entidad veracruzana del flagelo de los que han acabado con árboles: los taladores, esos criminales que no ven el daño que nos hacen a todos, ni piensan en la importancia que tienen los árboles para nuestro medio ambiente.
Estamos admirados, pero, pero, pero, no concebimos el que el Gobierno, por un lado esté impulsando un programa de reforestación y por el otro lado, Invivienda, que es dueño de varias hectáreas de reserva natural que se encuentran ubicadas cercanas al Tecnológico de Xalapa, frente a la avenida Arco Sur, quieran construir viviendas para los trabajadores, eso es bueno, se aplaude, pero, que estén derribando arboles de más de 50 y hasta 100 años de antigüedad es inaudito.
Junto a esos terrenos en peligro de ser arrasados está la resera territorial, que, ya en esta revista hemos señalado varias veces se encuentran unos invasores que ella, mismo que, en contubernio con la CFE, instalaron el servicio energía eléctrica indebidamente porque no hay casa y recordemos que cuando va uno a hacer ese tipo de solicitudes de instalaciones nos piden mil y un requisitito para poderlo realizar, y el colmo es que a los invasores se los pusieron en domingo.
Le pedimos al señor gobernador y al delegado federal que pongan sus ojos en esos terrenos, que si van a construirle viviendas a los empleados que lo hagan en otras áreas, pero no en la avenida Tecnológico donde hay muchos árboles que van a ser talados y donde la plusvalía económica es enorme, ya es residencial, ya mejor deberían de construirles en las Ánimas, que no la chinguen.
