Ariadna, la Oficial Mayor / Brenda Caballero

Números Rojos

Ariadna, la Oficial Mayor

Brenda Caballero

 

No pudo evitar soltar el llanto al ver la televisión. Allí estaba el Presidente de la República entregando medallas a los niños de Veracruz que habían obtenido los primeros lugares de aprovechamiento. ¿Por qué no la llamaron, si el jefe de sector había visitado su escuela primaria Guadalupe Victoria de San Isidro, y les había dicho que los 30 niños que obtuvieron los primeros lugares iban a ver al Presidente? Ella esperaba ansiosa la llamada, pero no sucedió a pesar de que obtuvo el tercer lugar de aprovechamiento en el concurso a nivel estatal. Se decepcionó del Gobierno y pensó: “si llego a ser autoridad, voy a trabajar para que a ningún niño le pase eso”.

Antes de ser la segunda mujer Oficial Mayor de la Secretaría de Educación en Veracruz, Ariadna Selene Aguilar Amaya fue analista. “Veía todas las injusticias que sucedían dentro  de la Secretaría… cuando sea oficial mayor, esto no va a ocurrir… Lo decreté, llegué, y ahora me toca trabajar”.

“Mi 10 era 7”

Ariadna confiesa que le ha costado trabajo salir adelante. “Ser mujer ha sido una dificultad. Vengo de un pueblo, de una población rural, como muchas de Veracruz o de nuestro país”.  Ella estudió en la telesecundaria Virgilio Uribe, de San Isidro en el municipio de Actopan, Veracruz. “Salí con promedio de diez y me decían que mi diez aquí valía 7; por eso tuve que esperar a ver si alcanzaba ficha en la Oficial B, preparatoria a la que todos querían ingresar en ese momento… afortunadamente pasé el examen”.

Posteriormente estudió la licenciatura, obtuvo mención honorífica y testimonio de alto rendimiento académico. Se tituló con examen Ceneval. “Con esas cartas llegué a trabajar a la Secretaría de Educación”.

“Sufrí acoso… también violencia laboral”

Ariadna recuerda ser víctima de piropos callejeros hasta que decidió enfrentar a esos hombres que ya después la saludaban con respeto.

También recuerda a un personaje de la SEV, de una administración anterior, que en algún momento le comentó que si lo acompañaba a una fiesta, él la ayudaba. “Al no acceder me estanqué, pero me hace buscar otras oportunidades, seguir estudiando, buscar una beca para irme a un curso en el extranjero”.

“Recuerdo que siempre quise ir a la banda de guerra, pero como era niña, me decían que tenía que ser bastonera… Me gusta ir a las escuelas, veo a las niñas más libres, tocando el tambor y hacer cosas que hubiera querido hacer… La piel se me pone chinita al ver a las niñas tocando en un desfile… cada vez las mujeres tenemos las mismas oportunidades”.

 

“No te limites”

“Agradezco la oportunidad que me da el gobernador Cuitláhuac García Jiménez de participar en una Secretaría que conozco bien, pues ya había trabajado muchos años como analista, desde el 2005, así como docente en el Cetis de Banderilla. Esta oportunidad me permite conocer las entrañas de la Secretaría así como a mucha gente”.

Confiesa que fue difícil aceptar el cargo de Oficial Mayor, por la gran responsabilidad que representaba, pero sus padres le dieron todo el apoyo y hasta le echaron porras: “Tú puedes, tú conoces… no te limites”.

Como Oficial confiesa estar haciendo muchos cambios. Han conformado un equipo de hombres y mujeres con igualdad de oportunidades para regresar a la sociedad un poquito de lo que considera le ha sido otorgado. Se siente orgullosa del gran equipo de la Secretaría de Educación, “muy agradecida con la oportunidad de servir a los demás, ya que muy pocos la tienen”.

 

“Esperan que por ser mujer, seas débil”

Ariadna señala que a pesar de que el Secretario Zenyazen Escobar García y el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez son hombres que promueven la equidad de género, actualmente en algunas reuniones, aunque a ella le den la palabra, todos se dirigen de manera automática hacia ellos.  “Entras a una reunión donde hay hombres y  mujeres, y aunque tú seas la titular, voltean a ver al varón, no se dirigen ni siquiera a ti, esto se da mucho entre los sindicatos, entre los maestros”. Entonces comenta que ella tiene que sacar el carácter, mostrar mayor fortaleza, para que “le hagan caso” porque esperan “que por ser mujer, seas débil”.

Para ella esto es una manifestación generacional, no es misoginia, “es algo cultural, que poco a poco se debe ir cambiando”. Se considera parte de las mujeres que van abriendo la brecha de género y crear conciencia, ser punta de lanza, para que las cosas cambien.

Piensa que no debe haber diferencias entre mujeres y hombres, “nos debemos ver como personas”.

 

“Estoy en contra de las cuotas de género” 

A pesar de que considera que la cuota actualmente es necesaria porque sin ella no volteaban a ver a las mujeres y que sin ella no hubiese llegado a su cargo actual, cree que la designación de puestos debe ser por talento, por capacidad. Para ella es importante que la hayan elegido por su capacidad.

Reconoce el trabajo de todas las mujeres en el Gabinete estatal, pero destaca a Lupita Osorno en Protección Civil, y recuerda cuando se estaba incendiando la gasera que está cerca de la SEV; ella le habló a las 3 de la mañana, y a esa hora Lupita le contestó. Trabajan las 24 horas. Ella está pendiente cuando le pasa algo a un maestro, pues no importa la hora, “los maestros son muy solidarios”, me dice.

 

“Educación para cambiar”

Ariadna dice que si no hubiera estudiado, no sería Oficial Mayor, no hubiera tenido la oportunidad. Actualmente desarrolla su tesis doctoral en la Universidad Anáhuac en coordinación con la Universidad de Harvard sobre  la discriminación que sufren las mujeres en un puesto; con ello trata de medir a través de un instrumento, cómo de manera inconsciente se discrimina a una jefa mujer a diferencia de un varón.

 

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