*Javier Duarte asegura que no le regaló un Ferrari al muñeco Peña Nieto, que solo un día le presentó a los Ferrari: Ramón, Alfredo y Antonio, todos Ferrari, pero alguno Pardiño. Camelot.
NI PIO DIJO O LA TRAGICOMEDIA EN FAMILIA
Como todas las cosas ahora en esta era de las comunicaciones, por las redes sociales ayer mismo circuló una nota y video de LatinUs, del comunicador Carlos Loret de Mola. Se descubría un video de una aportación de dinero a la campaña de AMLO, en las mismas manos de su hermano, Pio, que se convertía en otro hermano incómodo. El portador de ese apoyo, que mucho se presumió venia del gobierno del Judas Manuel Velasco, el dueño del PVEM, por las manos santas y buenas de David E. León Romero, un funcionario morenista de la 4T, que servía muy bien en Protección Civil y que el presidente le asignó ser el Zar de las compras de todos los medicamentos para el sector salud, donde operaría miles de millones de pesos, pues ese amigo fue cachado infraganti como Bejarano y los del PAN en oficina de Lozoya y los mariachis callaron, el susodicho presentó casi una renuncia y no aceptaría el cargo hasta que la tormenta amainara, si es que amaina. Se rumoraba que en el Situation Room de Palacio Nacional había una cumbre nocturna de asesores, las luces no se apagaban, el presidente, fiel a su costumbre de ponerse su pijama a las 9 de la noche y dormir como el Topo Gigio, bien temprano, ajustaba lo que tendrían que decir al otro día en una de las mañaneras más cortas de la existencia, desde Aguascalientes. Dijo: “No somos iguales, en este caso del video, de mi hermano con David León hay notorias diferencias con relación a los otros asuntos”. Algunos tuiteros escribieron: ‘Quien a video mata a video muere’. Uno se fue a los noticieros y se desilusionó. Con Ciro Gómez Leyva, el primero de la noche, hizo mutis, ignoro si el patrón de la televisora, como en los tiempos del viejo PRI, le obligó a no dar la nota, pero se vio muy mal. El otro, el de Televisa con Denisse Maerker, por ahí, silencio absoluto. Si lo presentó a las 10 de la noche, el noticiero de Milenio TV, con Azucena Uresti. Bien dice el dicho. Con la vara que midas serás medido. O lo que es lo mismo, hay videos que matan, o la bebes o la derramas. Sigue la tragicomedia.
EL GOLPE A NEXOS
El otro golpe al camino de la libertad de expresión, se difuminó con este tema de los video escándalos. A la revista Nexos, que dirige el gran Héctor Aguilar Camín, le echaron los fantasmas del terror. Bien dicen que cuando el Estado avasalla, encuentra los caminos para hacerte la vida imposible. Le encontraron a la revista un contrato de 2018 con el IMSS, donde seguro hubo una falla de algún dato, y la Función Pública y el gobierno federal se les fue con todo y la inhabilitaron y le pretenden una multa de casi un millón de pesos. La saña es terrible con tus adversarios. Vivimos como en los tiempos imperiales del PRI, en que o te convertías en soldado del presidente, o ibas al Gulag, al destierro, al frio sitio de la lúgubre banca. Bien decía Max Stiner: “El Estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo”. Su director, Héctor Aguilar Camín, escribió: “Nexos ha sido durante 42 años una revista independiente y crítica. Su trabajo es reconocido dentro y fuera del país, y por los millones de lectores que acuden a su edición impresa y a su sitio electrónico todos los días. Es la revista decana de la crítica social y cultural de México. La sanción que Nexos recibe ahora es sintomática de la atmósfera de hostilidad contra los medios críticos que impera en el gobierno. No es un hecho aislado, es una señal más de la intolerancia oficial a la crítica, al pensamiento distinto, a la diversidad de opiniones, en última instancia, a la libertad de expresión”.
