Alimentos que venden en tienditas escolares impacta en menores, ya que son un consumidor cautivo, advierte
Pese al panorama que se está enfrentando en materia de obesidad Infantil se sigue sin dar cumpliendo a los “Lineamientos Generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas preparadas y procesadas en las escuelas del Sistema Educativo Nacional”, aseguró Norberto A. Luna López, expresidente del Colegio de Pediatría del Estado de Veracruz, quien añadió que investigaciones a nivel mundial han dejado claro que el tipo de alimentación que venden en las escuelas impacta en la obesidad de los menores, ya que es un consumidor cautivo.
El profesor de Pediatría y Neurología de la Facultad de Medicina Minatitlán de la Universidad Veracruzana apuntó que atacar la epidemia de obesidad infantil y juvenil requiere no solo recomendaciones de buena voluntad, sino medidas serias y drásticas por parte de las autoridades, tanto de salud como de educación, las cuales no están cumpliendo con sus obligaciones.
Lo de la regulación estricta de la comida chatarra en las escuelas, como una de las medidas para contrarrestar la obesidad Infantil, de ninguna manera se puede tomar como algo superfluo o una ocurrencia, existen los suficientes elementos de investigación científica que hacen ver que no se debe soslayar de ninguna manera ese factor
Sin embargo, precisó que si las autoridades aparentemente no cumplen, entonces los que deberían tomar la batuta en forma comprometida e inteligente para que las escuelas cumplan con los lineamientos deben ser los propios padres de familia, ya que los únicos perjudicados son sus hijos. “Una alimentación saludable y el hacer ejercicio formal, son las dos piezas claves para atacar esta agresiva problemática de salud”.
Recordó que la trascendencia de la obesidad en los niños radica en que estudios científicos han confirmado plenamente que el niño obeso está destinado a sufrir tarde o temprano, en la adolescencia o en la adultez, importantes problemas de salud como son trastornos cardiacos, hipertensión arterial, diabetes, cáncer, enfermedades cerebrovasculares, hipercolesterolemia, problemas ortopédicos y trastornos psicológicos.
Finalmente, el especialista médico hizo un llamado a los padres de familia a cambiar los malos hábitos alimenticios en casa, a enseñar y recalcar a los niños que no consuman los alimentos chatarra que expenden en las escuelas y a promover el que sus hijos realicen ejercicio formal y cotidiano. “Es por sus hijos. Ellos se lo agradecerán”, concluyó.
